miércoles, 24 de abril de 2013

"Dicese de la monja que esta en la cárcel"




Sorpresas, el mundo está lleno de sorpresas, y es que, ¿No son estas las que hacen de este algo digno por lo que vivir?
Sorpresas hay de todo tipo y aun así, es una palabra que lleva consigo la connotación de algo bueno, algo fuera de lo normal que no nos esperamos y que al encontrarnos con ello simplemente nos alegra el día.
No entiendo a la gente que dice que no le gustan las sorpresas, eso es como decir que no te gusta probar todos los bombones de una caja de Cartedor, o no te gusta buscar el regalito de un roscón de reyes cortando este de forma desordenada.
Y es que nadie puede evitar sonreír ante algo que no se esperaba y le ha gustado. Nadie puede evitar alegrarse de su existencia aunque solo sea por un momento, las sorpresas siempre salen de manera inesperada.
La personas que menos te lo esperas te pueden sorprender de tal manera que todos tus prejuicios se desmoronan como castillo de naipes en un bar, cada día nos podemos sorprender a nosotros mismos al sonreír sin venir a cuento en un mundo en el que desgracias no faltan, incluso nos podemos sorprender al darnos cuenta de que alguien que está peor que nosotros aparenta ser más feliz, y es que no solo lo aparenta, sino seguramente lo sea.
Sorpresas, dícese de la monja que está en la cárcel, y dejando la coña a un lado simplemente repito, afirmo y pregunto…
Sorpresas, el mundo está lleno de sorpresas, y es que, ¿No son estas las que hacen de este algo digno por lo que vivir?

martes, 16 de abril de 2013

Me gusta




Me gustan las formas particulares de hablar y andar, los peinados estrambóticos y los pelos de colores.
Me gustan los días de sol en los que no puedo abrir los ojos, el chocar de la brisa con mi piel y la lluvia suave en la que no sabes si son gotas o simplemente rocío.
Me gustan las mañanas de niebla en las que no ves a más de dos metros de distancia, el dolor en los dedos de la mano y en las orejas por el frio de invierno, la ráfaga de viento que te retira el pelo de la cara.
Me gusta la gente que no para de sonreír, las risas en voz alta, las personas que no son capaces de estarse quietas.
Me gusta sentarme en el suelo, poner los pies en la silla en la que me siento, tirarme en cualquier lado a descansar.
Me gusta el sonido de las olas, del rio, de las fuentes en verano.
Me gusta el olor a libro recién comprado y el olor a polvo de uno viejo.
Me gusta el tic tac de un reloj, las sombras generadas por una vela, los momentos de silencio de dos amigos que no necesitan decirse nada.
Me gusta gritar, hacer gestos, cantar, silbar, hacer el gilipollas sin preocuparme lo que la gente piense de mí.
Me gusta sentirme libre, correr hasta agotarme, sentir mis músculos entumecidos.
Me gusta empezar las frases con un “me gusta” ya que el “no me gusta” esta a la orden del día.

domingo, 14 de abril de 2013

Frases prestadas de compañeros- Frase 1

"Elevo mi protesta contra una sociedad que anestesia conciencias,que nos adocena y encorseta con palabras e imágenes huecas."

Juan Pardo en http://todofluyejp.blogspot.com.es/

viernes, 12 de abril de 2013

Un comentario un poco chapucero


Una chapuza puede ser algo más que algo mal hecho

Soy chapuzas de nacimiento, no  de esos chapuzas también llamados manitas capaces de desmontar una radio para verle las tripas, no, yo soy más del clásico chapuzas de diccionario pero con unos retoques propios de Rendan Laveriz.
Soy chapuzas de nacimiento y a mucha honra, soy chapuzas con titulo y doctorado en la universidad de “nada a derechas” si es que alguna vez existió esta.
Soy capaz de zafarme de situaciones de la mejor forma que la improvisación y el menor tiempo posible me pueden permitir.
Soy capaz de hacer las cosas de modo que valgan para su propósito y poder invertir así el tiempo restante en cosas propias.

     El chafulleiro así llamado en el norte, vive feliz tal como es, sin necesidad de destacar, sin darle importancia a las cosas y sin dedicarle un esfuerzo a algo que no sea el justo y suficiente.  Es, en otros términos, el perfecto superviviente que está infravalorado al contrario que sus contrarios los perfeccionistas.
Si unos tienen el estereotipo de gordo con la ropa sucia que se pasa la vida en el sofá (nada más lejos de la realidad y sin ánimo de ofender  a los mencionados gordos con ropa sucia), los otros son los pijos arregladitos y repeinados con “gafapastas” que destacan en todo (y quien se ofenda ante esto que se dé por aludido)
Si unos son felices con poco, los otros son incapaces de terminar un trabajo si no es revisándolo ochenta y cuatro veces antes.
Son estos primeros el grupo al que pertenezco, soy chapuzas de nacimiento, con esto vivo, con esto salgo adelante, con esto me conformo, con esto sobrevivo, con esto soy feliz.

Frases prestadas- frase 40

"Todos tienen sus altas y bajas, así que decidí tener las mías entre bueno y sensacional."
Daniel Hoogtrerp

miércoles, 10 de abril de 2013

3cientos60




Ayer asistí a una serie de charlas preparadas por las fiestas de mi escuela. Su nombre, 3cientos60, su objetivo una serie de exposiciones de seis minutos hechas por gente que hablaba de proyectos, trabajos, empresas o cualquier otra cosa que hubieran alcanzado por cuenta propia.
Allí hablaron arquitectos con diferentes salidas y estudiantes de arquitectura con diferentes ideas en mente que no tenían nada que ver con la carrera. Todos ellos emprendedores con algún objetivo por cumplir o ya cumplido.
Ellos simplemente subían al “escenario” y exponían lo que querían en un tiempo límite, que al final siempre se extendía, y a un número de personas bastante grande comparado con el lugar en el que se hacía.
Una chica habló de una página web que estaba haciendo para que las personas pudieran compartir coche, otro chico estaba montando un programa de sensibilización sobre los inmigrantes que eran detenidos en España, arquitectos dedicados a hacer archivos de datos recogiendo información de distintos sitios, un par de chicas que iniciaban un negocio de manualidades con lana y papel, un corto sobre una historia de miedo, un mago… todos ellos hacían distintas cosas pero esa noche les reunía una en común, la escuela, la FETSAC  y sus estudios de arquitectura.
Todos vivían o habían vivido el mismo “infierno” día a día producido por la carrera. Todos compartían la misma pasión por esta misma.
El ambiente, los alumnos de todos los cursos y algunos profesores (casualmente los que hacen bien su labor) unidos ante una misma situación. Un ambiente de buen rollo con cervezas y bocatas incluidos, un ambiente que te recargaba las pilas para continuar con la carrera y hacia que volvieras a estar orgulloso de estar en una escuela en el que todo no suele tener olor a rosas.