jueves, 23 de julio de 2015

Veinte días

Veinte días, un saludo, una sensación, un “algo”.

Un no pensar en otra cosa por imposible que sea,

Un no saber qué te pasa, recordar cada gesto, cada rasgo…

Un intento a la desesperada, lanzarse al vacio con la esperanza de que te cojan,

Conocer una nueva vida, una persona, una voz, ya no es solo algo físico y, ese “algo” que no sabes que es, se va haciendo cada vez más palpable.

Un beso y lo que siga, tiempo sin necesidad de estar con nadie más, veinte días que te indican si se debe continuar o la cosa debe quedarse ahí.

Saber cuándo parar antes de que todo se vaya a pique, saber cuándo merece la pena continuar.

Veinte días, un cruce de miradas, una experiencia imborrable, una sonrisa de despedida siendo consciente de, que  pese a terminar todo ahí, nada podía haber salido mejor.

 A veces simplemente hay que saber cuándo decir hasta aquí hemos llegado, hasta el momento todo fue perfecto.

Veinte días sin necesidad de uno más.

miércoles, 8 de julio de 2015

Buscando tu sitio


Buscando tú sitio, aquel al que perteneces, aquel en el que te sientes más cómodo, un lugar en el que la música reggae y ska lo inundan todo, los malabares están a la orden del día, los equilibrios y acrobacias milagros tan comunes como tomarse un café por la mañana.

Los pantalones sueltos de colores, las camisetas de festivales y los sombreros son la moda que se lleva. Piercings, tatuajes, pelo largo, corto, rastas, da lo mismo, nadie te mira raro.

El guitarreo y las habilidades de cada uno, la forma de vida.

Un sitio de respeto mutuo, nada de prejuicios, pensamientos raros, superioridades, un lugar donde las creencias de cada uno son aceptadas como deben.

Las comodidades tan sutiles como tirarse en la hierba bajo el sol, beber una cerveza fresquita, bañarse en el mar…

No sentirse raro ni solo, no sentir que estás haciendo algo mal, que aquí falla algo, que no deberías ser así, que deberías aspirar a más. No sentir que no avanzas ni evolucionas, no sentirse el esquinado de la clase.

Buscando donde no tienes que fingir, donde no tienes que esconder lo que el resto del mundo cataloga como tus rarezas. El lugar donde sentirse tan atractivo como cualquier otro.

El alcohol y las drogas no son más que opciones que toma aquel que decide tomarlas, sin darle más importancia, un lugar en el que los vicios te pueden destrozar la vida como cualquier otro, pero donde no por tenerlos te tienes que sentir mejor o peor que nadie.

Las cosas se solucionan hablando, a gritos o como mejor se te ocurran, pero los rencores quedan en la mesa donde se ha decidido tratar el problema.

Buscando tu sitio, buscando tu sitio, buscando tu sitio.

Te das cuenta de que es una utopía, que la realidad no es así, pero no pierdes la esperanza y no paras de buscar siempre con el deseo de encontrarte en algún momento, con un lugar en el que, por lo menos, no te sientas un extraño.

Sigues buscando.

miércoles, 1 de julio de 2015

Piedras


Un recuerdo, una imagen, un sentimiento.

La vida pasa, los días, los meses, los años, los  momentos se olvidan, las voces, hasta las razones de cada enfado y al final, solo queda eso, un recuerdo, una imagen, un sentimiento.

La sensación que tuviste al conocerla, los últimos momentos vividos.

La vida pasa, el tiempo corre y cada uno crece dependiendo de las circunstancias, lo malo se olvida, lo bueno deja de tener importancia, aparecen nuevas personas que te hacer borrar el pasado como si no hubiera existido, quitarle valor tanto a lo malo como a lo perfecto, la realidad pasa a ser un sueño creado por la invención, la cabezonería y el amor propio.

Del recuerdo nada queda, el sentimiento desaparece como si nunca hubiera aparecido, como si no se hubiera adueñado de ti en algún momento de tu vida, como si de una piedra en el camino se tratara, te tropiezas, te entretienes con ella y vuelve a un suelo lleno de otras piedras ahora más interesantes, más cercanas.

El pasado queda en el pasado, tal vez en otras realidades se ha convertido en un futuro maravilloso pero eso ya no te importa no te interesa, has pasado página.

Y entonces, por circunstancias que da la vida, te vuelves a tropezar con ella, te la encuentras de cara después de mucho tiempo, todos esos sentimientos, todos esos recuerdos, rencores, sonrisas, imágenes, cariños, cada momento vivido vuelve a tu cabeza y a tu estómago. Pero ya da igual, por un momento ves ese futuro que perdiste pero rápidamente desaparece al ver el que tienes en tus manos, el presente que has creado sin ella, el presente en el que otra persona ha tomado el protagonismo de tu alegría.

Te entristeces, te alegras, no sabes que pensar más que, hubo un momento, por pequeño que fuera, en el que juntos fueron felices para siempre.