Vivimos
con un propósito. Detrás de tanta mierda y desgracia existe un propósito, me
niego a pensar que las cosas ocurren porque sí, que no hay más que lo que
vemos.
No
elijo ninguna religión y elijo todas, seremos simples hormigas en un infinito
universo, pero cada una de nosotras tiene mayor valor que todo lo existente, la
vida, el misterio definitivo.
Creo
en la bondad, muchas personas cercanas me han enseñado su existencia, nada
acaba en la muerte, nada acaba en el olvido.
Nadie
es ateo completamente, o al menos deseo que sea así, asumimos nuestro pienso
luego existo sin preguntarnos siquiera lo que ello representa.
Ahora
tengo miedo y me apoyo en mis creencias para seguir adelante, esas que nunca me
han defraudado aunque en ocasiones no entienda su funcionamiento, solo tengo
cosas que agradecer en este momento, el orgullo de conocer a una persona y mi
deseo de que esta no sea una despedida.
Ahora
sé que no lo es, se que lo pasaré mal cuando llegue el momento del adiós, pero
estoy convencido de que no será definitivo. Hasta entonces disfrutar de su compañía
como siempre he hecho, valorar lo que tengo más que nada en este mundo, seguir
creyendo, y asumir que las cosas ocurren por una razón.