jueves, 14 de diciembre de 2017

Reencarnación


El principio fue fácil.
Un  tiempo de tristeza, de no ser yo, de sentir caer, ser frágil.
Engordé y adelgacé, todo daba igual,
el deporte una religión,
nadie me quitó el correr,
el pelo largo y la barba sin afeitar,
ya no quería ser yo
huir de la realidad.
Una espiral de autodestrucción a la espera de tocar suelo.

Y empezar a escalar.
No sería el de siempre, yo decido mi final.
Si no quiero ser el de antes que más da,
yo decido como ser, ni ella ni el pasado, no soy un mártir, soy algo más.
Cualquier cosa es lo de menos.

Después solo queda lo demás,
las puertas se abren cuando dejas de mirar,
cuando te centras en ti mismo,
dispuesto a comerte el mundo,

más que dispuesto a volver a errar.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Memorias 9- "Spot"


Recuerdo mi sitio en A Coruña,  el lugar al que me iba a pensar en mis días malos,  un saliente mirando al atlántico y a la ciudad a la vez,  una ciudad abierta a la inmensidad que nos podíamos olvidar de su existencia si no fuera por esos momentos de parar.

Recuerdo el estar allí por la noite pensando en la situación del momento, solo con una cerveza fría.

Lejos de mi tierra viviendo por mi cuenta desde la temprana edad de los 17.

Soy quejica de más,  me gustaría pensar que lo era, pero pese a todas aquellas cosas que creía que gobernaban mi vida, una carrera que odiaba, una residencia que te daba las cosas hechas, que me daba una forma de vida totalmente contraria a mi forma de ser, unos padres algo más autoritarios de lo normal y que por suerte fueron cambiando con el tiempo, problemas de amoríos…

Pese a todas aquellas protestas, cuando estaba en ese rincón, birra en mano, mirando a un horizonte que otra ciudad no me podía ofrecer, me sentía con más suerte que nunca.

Poca gente puede decir que haya vivido esa experiencia, vivir al lado del mar, disfrutar del sonido de sus olas, compartir 24 horas de tu vida con gente que de otra forma no compartirías y llegar a considerarla parte de tu propia familia.

Tu propia vida ajena al resto

Sin nadie que te diga cómo vivir.

Soy un tío con suerte.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Filloa

Un viejo bebiendo agua en un bar de jazz, al escenario, una guitarra, un contrabajo y un violín. Nadie habla.

El viejo con los ojos cerrados, la calva brillante por la tenue luz ambiental y la humedad de su piel debido al calor del lugar.

La cabeza moviéndose al son de unos recuerdos que le llevan a tiempos en los que su mesa apoyaba más de un solo vaso.

El sitio es pequeño, no caben más de 6 mesas donde las parejas y los jóvenes disfrutan de los mismos ritmos.

El viejo sonríe con tristeza, la mirada ahora fija en una pared repleta de experiencias ajenas que no dejan ver el acabado que hay detrás.

¿Alguna vez estuvo él en un escenario parecido? ¿Cuál fue su historia?

Puede que hasta llevara un bar de ese mismo estilo.

Los ojos vidriosos lo dejan ausente del presente, solo la música y el pasado. Lo que ocurrió mezclado con su punto de vista, los borrones, las lagunas y las invenciones, lo que quiere creer, la añoranza… nunca podemos estar seguros al cien por cien de nuestra historia.

Las parejas a su alrededor disfrutando de la compañía, él sentado en su silla. El alcohol fluye, no para él.

¿Problemas con la bebida? ¿Malas experiencias quizás? ¿Nunca lo llegó a probar? ¿Salud?

El contrabajo marca el ritmo, la guitarra crea el ambiente, el solo de violín inunda todo.

¿Hubo una mujer en su vida? ¿Hijos? ¿Nietos tal vez? ¿A que dedicó sus años de juventud?

Sabe de música, la disfruta, su cabeza siguiendo el compás lo demuestra, el violín para en seco para dejar paso al solo de guitarra, el contra sigue marcando el ritmo, vuelve a sonreír, otro recuerdo, la escasa luz parpadeante ilumina un rostro de fascinación y tristeza, las sillas crujen al incorporarse las personas y cambiar de posición.

Al ambiente solo le falta el olor a humo de tabaco que seguro tuvo en su día.

Un viejo bebiendo agua en un bar de jazz.

Madera, oscuridad, alcohol, guitarra, contrabajo y violín. Un único nombre,

Filloa.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Ciudad

Prefiero una plaza en la que se haga botellón a una plaza vacía.

Hace poco unos policías municipales me llamaron la atención por estar sentado en el suelo de un paseo marítimo, no estaba entorpeciendo el paso,  a decir verdad estaba en un extremo de una acera que debía de medir unos 6 m de ancho.

Un paseo que sólo sirve para el mero tránsito de ciudadanos que no pueden disfrutar del lugar si no es de pie o en uno de los bancos alineados cada 20 metros.

Las ciudades sirven para usarse.

Estoy más que harto que ver plazas vacías y espacios abiertos con grandes posibilidades que se quedan estancados en el tiempo por unas leyes políticas que no piensan en otra cosa que el dinero.

¿De qué sirve un parque si en él hay carteles de no pisar la hierba?

Ciudades que podría  estar llenas de vida quedan totalmente muertas siendo únicamente recorridos de comunicación para ir desde un punto A a un punto B, casa trabajo trabajo casa, y si no, ir a hacer la compra, super, cine, bar o cualquier otra opción en la que tener dinero es lo principal.

El no tocar,  no pisar y no traspasar queda a la orden del día.

Millones de calles, avenidas y por qué no,  repitamos, plazas y parques,  se privatizan con terrazas de bares en los que,  si no pagas,  lo siento mucho,  no puedes estar aquí.

Hace no tanto se hizo,  a mi forma de verlo,  un experimento en la plaza mayor de Madrid.

Se cubrió el pavimento libre de mobiliario, que estamos tan hartos de ver en todas las ciudades, con una alfombra de hierba y se dio plena libertad para usarla, ¿El resultado?  Bueno,  una imagen vale más que mil palabras.


Prefiero que se haga un botellón en una plaza a que esta quede vacía, prefiero calles abarrotadas a “malroyeras” prefiero el desgaste del uso,  aunque sea malo,  a una a ciudad muerta congelada en el tiempo.

Los espacios están para usarse, no lo olvidemos.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Que se ofenda quien se tenga que ofender (Generalizando)

Cada vez estoy más convencido de no querer ser arquitecto, esa intención y objetivo que me llevó a entrar en esa carrera se mantienen con más fuerza con el paso de los años y el aumento de conocimientos.

No quiero ser un gilipollas egocéntrico, no quiero que me resulten importantes un montón de mierdas que no lo son, no quiero ser un artistilla ni convertirme en aquellos que me han estado enseñando durante todos esos años. Esas personas a las que supuestamente debería tener respeto no me causan otra cosa que repulsión, en vez de ser gente modelo a seguir no son otra cosa que a evitar.

No me arrepiento de haber entrado en esa carrera, siempre tuve claro mi objetivo a la hora de entrar, he aprendido, he evolucionado y me ha dado una perspectiva del mundo que antes no tenía. Me he convertido en un gilipollas egocéntrico (como tantos otros) aunque trato de no serlo, trato de ver más allá, mi vida no es ni mucho menos la arquitectura, ahora mismo es mi trabajo, mí tiempo libre no pienso dedicarlo a ella, no es una pasión, ha sido un camino para alcanzar un objetivo. He sabido diferenciar entre la arquitectura y la carrera de arquitectura y  he descubierto que no me tiene que gustar una para gustarme la otra.

La gente siente rechazo hacia los políticos y la policía municipal, son empleos que prácticamente nadie respeta, no caen bien. Yo a su vez les he cogido un particular asco  a los profesores y si alguien me dice que es arquitecto mi principal tendencia es evitarlo también. Admito que no es otra cosa que un prejuicio que no puedo dejar de tener, el tiempo y la experiencia me ha llevado a asumir esos sentimientos negativos hacia ese tipo de personas. ¿Habré tenido mala suerte? Puede ser, pero hablo de lo que conozco y al igual que a alguien no le gusta cierto tipo de comida porque en su momento le hizo vomitar, eso mismo me pasa a mí a la hora de pensar en ciertas profesiones.

Creo que la personalidad va unida al tipo de estudio, creo que como en todo, siempre hay excepciones, y creo que asumiendo las bajas civiles siempre se puede generalizar estando convencido de que los daños a inocentes serán los mínimos.

Contradiciéndome también creo que cada persona es un mundo, y que a la mínima que alguien que no debiera, resultara herido, uno no puede lanzar bombazos al aire.

Generalizo y está mal, por muy opinión mía que sea, lanzo mis bombazos, pero hoy por hoy, que se ofenda quien se tenga que ofender.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Memorias 8- "Tiempo de meditación"



     Cerveza en mano, pitillo en la otra, boli y papel.

     Últimamente me estoy acostumbrando a escribir con esta rutina, ya casi nada de lo que escribo es digno de colgarse en este blog, ¿Digno? Bueno mejor dicho no cumple con los requisitos que yo mismo me pongo para ello. De cada entrada aquí colgada hay otros tres o cuatro relatos de opinión y poemas que manchan las páginas de este cuaderno que tengo ahora mismo entre mis manos.

Si ahora me preguntaran qué tal estoy, diría que no me quejo, el trabajo me lleva casi todo el tiempo del día, si a ello le unimos el salir a correr, gimnasio, escalada y salir de vez en cuando a tomarme algo, la semana queda completamente cubierta. Estoy cansado, me duele todo, pero lo cierto es que estoy a gusto conmigo mismo. A veces hasta me puedo permitir bajar al Macondo (el bar de debajo de casa) para tener este tiempo de relax y meditación.

Sigo en contacto con mis viejos amigos, en esta nueva ciudad he conocido algunos nuevos, el recibimiento nunca podía haber sido mejor que el que he tenido, pero hay gente que, por muchos kilómetros haya de por medio, seguirán formando parte de mi vida, esos siete años en Coruña no se van a borrar así como así.

Los que desaparecieron he de decir que dudo que me reconocieran ahora, siento que tanto física como mentalmente he cambiado, ya no soy ese crio debilucho y callado de mi pasado, para bien o para mal el tiempo pasa y sobre mi ha hecho mella, más pecados a la espalda escondidos entre la experiencia, los errores y el aprendizaje, no soy mejor, y me gustaría pensar que tampoco peor, pero sí está claro que diferente.

El correr diariamente hace de mi mente un espacio limpio de preocupaciones, la escalada me marca una nueva pasión que no conocía, el gimnasio como siempre en todos estos años me marca una rutina.

Apuro el cigarro y la cerveza antes de seguir escribiendo, estoy bien, todo lo ocurrido en estos años ahora se ve como un sueño, mi presente, aun parece algo irreal a la espera de acostumbrarme.

domingo, 15 de octubre de 2017

Septiembre tardío

Pensar en el año pasado es como pensar en algo que no existió, pensar en un sueño que apenas recuerdas, pensar en ti mismo en el cine viendo una película años atrás.
No soy más que un bruto viviendo en un mundo gobernado por los inteligentes, un simple en un entorno complejo.
Y eso está bien.
Soy un cabezota que repite hasta que salen las cosas como le gusta.
Cada año un empezar de cero, Septiembre tiene algo que hace que se reinicie todo, un borrón y cuenta nueva.


Llegó el uno y todo se acabó para empezar de cero,
como hace un año todo igual y todo nuevo,
las lluvias saludan llevándose consigo el tiempo,
llevándose aquello que ahora no tengo.
Septiembre apareció, con él se fueron los viejos bosquejos,
dejando hueco para futuros encuentros,
cero expectativas, ante el destino, soy ciego,
un mero superviviente viviendo el reencuentro
con una sociedad distinta a cada momento.
Y sigo así, borrón y cuenta nueva,
de vez en cuando añoranza de tiempos que no veo,
solo los tontos viven en el pasado,
los soñadores el futuro no escrito, ya borrado,
yo simplemente el día a día, el aire de otoño,
que como punto de inflexión traspaso.
Borrón y cuenta nueva, el pasado es pasado.
Borrón y cuenta nueva, como siempre digo,
sigo caminando.

martes, 3 de octubre de 2017

domingo, 1 de octubre de 2017

Hablemos de nacionalismos


Soy español porque nací en España, si hubiera nacido en Francia seria francés. Es simple, obvio y sin importancia.

Es la mayor gilipollez que pudimos inventar el ser humano después de crear la política y empezar a ponernos unos por encima de otros.

Soy salmantino porque nací en Salamanca, ¿O Coruñés porque viví en Coruña? ¿Malagueño quizá? ¿Soy a caso del sitio donde vivo, nazco, o donde me siento?

¿Soy de donde estoy empadronado aunque no pise ese lugar más que dos veces al año? ¿De dónde soy? ¿Qué soy exactamente? ¿Es acaso necesario que me tenga que poner alguna etiqueta?

Si estoy en un sitio tengo que cumplir sus normas y sus leyes me gusten o no, eso lo tengo claro, o por lo menos, aprender a convivir con el resto de seres humanos por poco que me gusten y esperar que no me pillen por las leyes que incumplo. La convivencia y el respeto (al menos fingido) son la base de toda sociedad.

¿Soy del sitio donde vive mi familia aunque yo no viva allí? ¿Soy de donde vengo o a donde voy?

No creo en las utopías aunque creo que en ellas se basa el movimiento de este mundo. No creo en la política pese a ser necesaria hoy en día, no creo en la democracia pese a funcionar en la teoría (no en la práctica) no creo en la diferenciación por territorio, lengua o cultura.

No tengo absolutamente sentimiento de territorio, me da igual que me consideren español, francés, salmantino, coruñés, malagueño o bilbaíno, me da exactamente igual que la cultura desaparezca, si las cosas mueren será por algo, no le veo el sentido a mantenerlas con vida por el simplemente hecho de no perderlas, si un monumento se tiene que caer que se caiga.

Sueño con un mundo sin fronteras, sin etiquetas, sin diferenciaciones de ningún tipo, sueño con un mundo en el que la gente luche por romper los muros y juntarse aun más, sueño por un mundo en el que absolutamente todos los políticos se van a la mierda sean de la ideología que sean.

Que se pegue todo el que se quiera pegar, yo mientras iré recogiendo los restos que van quedando aprendiendo a vivir con ellos, me niego a participar en algo en lo que no creo, esta guerra no es la mía por muy dentro que este en ella.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Memorias 7 - "Parálisis"

Hoy me ha pasado de nuevo.

Parálisis del sueño lo llaman, tres de la mañana, o cuatro, nunca se tiene claro el tiempo en cuanto al despertarse por la noche se refiere.

Abro los ojos y  me doy cuenta en el acto de lo que está pasando.

Silencio, oscuridad y unos músculos que no responden cuando intento incorporarme, no puedo moverme pese a que se que estoy despierto, los nervios se me saltan en el acto.

Me parece oír un ruido a los pies de mi cama, miro desde mi posición y postura fija y ahí está, ya le había visto otras veces cuando estoy en esta situación, un viejo chepudo y agachado a los pies de mi cama, intento gritar.

Intento moverme por todos mis miedos pero solo los parpados me responden, el sentimiento de nerviosismo se transforma en un instante en terror absoluto, intento moverme, intento gritar, intento moverme, intento gritar, intento moverme, el viejo se mueve.

Mi respiración va en aumento, no puedo parar de mirarle pero desde mi posición no es más que una sombra que se mueve lentamente, mi imaginación hace el resto, el viejo, siempre el viejo.

Cierro los ojos siendo esta la única defensa que me queda, los músculos vuelven a ser míos, mi cuerpo vuelve a ser mío, me incorporo lo más rápido que puedo.

Estoy solo, silencio, oscuridad y la tranquilidad de mi cuarto, el viejo se ha ido, vuelvo a la tranquilidad, vuelvo a dormir, tan pronto como vino se fue, solo una cama empapada de sudor es testigo de lo ocurrido.

Sé que le volveré a ver.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Soy... quiero ser.

¿Qué queremos ser de mayores? ¿Qué queremos en la vida?

No lo sé, esa es mi contestación a amabas preguntas. No sé a lo que me quiero dedicar el resto de mi vida, si os soy sincero no veo absolutamente nada en este mundo a lo que dedicarme por el resto de mis días.

No me considero alguien especial, más de una vez lo he dicho y lo seguiré diciendo, soy alguien del montón, por muy raro que me puedan llamar lo cierto es que, por poco que me guste la idea, no dejo de ser uno de los millones de seres humanos nacidos en este mundo con todos los defectos que ello implica, y unos cuantos más que llevo de fabrica.

No dejo de ser una persona sin importancia, sin huella en el planeta, soy alguien del montón, esa es la realidad.

Creemos que estas preguntas con el tiempo sabremos responderlas pero lo cierto es que, ahora que el ser mayor se puede considerar que ha llegado, sigo con exactamente las mismas dudas.

Tengo claro que soy del montón pero del serlo al quererlo hay un cambio que hace que me machaque en mis dudas.

No quiero ser una hormiga más, no quiero tener una profesión como cualquier otra, para bien o para mal si tengo algo claro es que quiero, ante todo, ser envidiado. Quiero disfrutar de la vida, que esta no pase como agua del rio, quiero ser distinto, hacerme notar, quiero hacer aquello para lo que el ser humano no está diseñado.

Quiero echarle cojones a la vida, al margen de lo que piensen, al margen de las posibles consecuencias, quiero que me llamen raro y yo sentirme orgulloso de ello, quiero ayudar de profesión, quiero ser distinto.

No sé que quiero ser de mayor, ya es un poco tarde para planteármelo tan siquiera, pero tengo claro que no quiero ser una oveja más, quiero ser el color rojo en una película de blanco y negro, un grito en el cine mudo, la voz de la razón en la religión, la humanidad y sinceridad en la política.

Quiero ser la lógica en la tradición, si se tiene que perder que se pierda, no tiene ningún valor, ser el respeto ganado y no adjudicado, quiero ser la libertad misma, esa libertad que no existe y que está llena de prejuicios, leyes, fronteras y gilipollas.

No soy bueno en nada pero tampoco me conformo con poco, puede que eso me lleve por caminos dificultosos llenos de caídas, puede que hasta lo pierda todo debido a mi cabezonería. Pero esta es mi forma de ser, no estoy contento con nada y siempre pido más, ser distinto.

No soy más que un amante de la música, apasionado de los malabares, escritor a mis tiempos libres.

No soy más que una hormiga que quiere ser elefante.

viernes, 22 de septiembre de 2017

Tempo

El mundo avanza y yo con él.
Lento, tal vez no a la misma velocidad que el resto,
pero sin más contratiempos que mis propios defectos,
esos asumidos hace ya tiempo…
Continúo recto sin miramientos.
Me quedaré solo, eso es cierto.
Como un cojo que a su paso no puede seguir el tempo, 
marcado por el andar de los caminantes que van directos a ese destino incierto que todos queremos.
A ese éxito supuesto en el que soñamos desde que nacemos.
Cual cojo me quedaré rezagado no por decisión, pero si por defecto.
Por unos hechos del que solo yo soy culpable, solo soy yo el lento.
El que se queda atrás y a su vez impaciente, el que ve a todos irse mientras él sigue en su puesto.
Avanzando lentamente, todo queda en eso.
En caminar solo para salir adelante.
En asumir que tú eres el único que puede mover tu cuerpo. 

sábado, 16 de septiembre de 2017

Memorias 6 - "Nueva rutina"

He vuelto a correr, a decir verdad, hace cinco días volví a correr, cosa que ya necesitaba.

Aun no tengo cogida la rutina, esa extraña que queremos tener cerca cuando está lejos y que desechamos como basura cuando el tedio se presenta a su puerta.

Este año ante todo va a ser raro, para bien o para mal el correr por el paseo marítimo de esta ciudad nueva para mí se va a convertir en algo fundamental, siempre con la maratón presente en mi mente como objetivo a cumplir.

El trabajo va bien, no es algo de por vida pero me ayuda con los gastos, y en cuanto a la vida social, ahora mismo no podría tener ninguna queja.

Pese a ser de los que piensan que un alto porcentaje de la sociedad es gilipollas, también creo plenamente en lo extraordinario del ser humano y eso, por suerte, me lo muestran día a día mis seres queridos, me he encontrado con muchos cretinos en mi corta vida pero tengo que estar orgulloso de mi familia, tanto de sangre como adoptiva, por la que merece la pena ser feliz.

Este año es un año de grandes cambios, gracias a Dios he mantenido el vivir al lado del mar, distinta ciudad misma costas, siempre he sido alguien de interior, pero ya no sabría vivir en un sitio sin mar, sin este ambiente, estos olores, esta humedad de la que tanto me quejo, ya van a ser la friolera de ocho años viviendo alejado de mi ciudad natal, esta la tercera ciudad que tengo el placer de conocer pero espero no la última, sigo aprendiendo, sigo evolucionando, y sigo experimentando.

He vuelto a correr, mis músculos entumecidos me lo recuerdan cada vez que me muevo, por la ventana puedo ver el inicio del recorrido que he tomado y tomaré a lo largo de este año, una horita antes de ir a trabajar, de momento no he encontrado mejor horario.

Trabajar… por más que lo piense aun no me hago a la idea de ello, va a ser un año extraño, ciudad nueva, gente nueva, rutina totalmente distinta a la experimentada hasta el momento… Estoy ansioso por ver lo que me depara.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Memorias 5- "Step by step"

Hoy me está costando dormirme, son ya las tres de la mañana y como me decía un amigo,  los demonios me rondan.

Yo prefiero llamarlos mi maldición de pensar demasiado, pensar en lo que me espera, en todo lo que dejo atrás y el paso que tengo que dar a continuación.

Me repito una y otra vez que elijo el camino a tomar pero no lo que va a ocurrir en él, que no sirve de nada pensar, que todo lo que me imagine no será mi realidad, pero sin embargo aquí estoy, escuchando música,  como siempre, tumbado en la oscuridad con el balcón abierto dejando pasar el aire nocturno de la calle de verano.

Este año va a ser distinto eso lo tengo claro, mañana me toca un largo viaje y de aquí a una semana empezaré con mi entrenamiento para la maratón, este año me centraré sobre todo en eso, hacer que cada día merezca la pena por algo, fijarse unos objetivos para luego cumplirlos, y correr,  sobre todo correr para librarme de mis demonios, cansar mi cuerpo para quitarme de mi maldición.

Mis fantasmas pasados, ya no importan.

Mis preocupaciones presentes,  tomármelas una a una.

Mis pensamientos futuros, no sirven de nada.

Step by Step,  paso a paso,  día a día,  ataraxia.

domingo, 3 de septiembre de 2017

Ciudades de papel


La experiencia de lo vivido me convierte continuamente en alguien que no era, alguien distinto.

He de reconocer que te idealice, a decir verdad tengo que reconocerme a mi mismo que lo sigo haciendo ya que si no,  no seguiría recordándote después de todo este tiempo.

Ya no hay ninguna atracción en el recuerdo,  ningún sentimiento de añoranza, obsesión malsana ni deseo.

Simplemente es un pensamiento sobre tu persona que sigue rondándome por la cabeza, del que no me despego.

Ahora se,  después de todos estos años que fuiste solo eso.

Una idealización de un niño inexperto que necesitaba,  en ese momento de su vida,  lo que en ese momento de la tuya, decidiste ofrecerme.

Fuiste  el comienzo de algo,  el reactivo de un proceso que continúa hasta este momento.

Te idealice pero no me arrepiento, ahora se que no fuiste más que una niña no con menos nervios de los que llevaba yo por dentro.

Alguien con las mismas dudas y deseos, alguien que la experiencia le hizo creer que tal vez sabía lo que estaba haciendo.

No te echo de menos.

A decir verdad pese a que en mi cabeza no te pierdo, se que en realidad ya no eres quien yo creo. Sé que nunca lo fuiste, como ya dije te idealice y te convertí en un sueño, y eso es lo que más lamento.

Que nunca te llegue a conocer y nos hicimos daño por ello.

No quiero saber yo de ti ni tú de mi y es lógico y sincero porque lo que creímos tener no fue verdadero, solo lo creímos ya que lo necesitábamos en ese momento.

Creamos nuestra ciudad de papel, nuestra utopía,  nuestro cuento, y ahora de persona a persona digo que lo lamento y lo entiendo.

Sin saber nunca si llegarás a leerlo, sin saber ni siquiera que es de tu vida,  a decir verdad, no quiero saberlo.

Te sigo recordando y es algo de lo que no me avergüenzo, simplemente me acuerdo de ti de vez en cuando no todo el tiempo, sabiendo que fuiste humana y como tal imperfecta.

Ambos lo seguimos siendo.

lunes, 28 de agosto de 2017

Contradicciones

Hay algo de orden en el desorden para que este funcione mejor que estando todo perfectamente ordenado.
Hay algo de natural en un caos que confía plenamente en que las cosas pueden ir bien.
Una seguridad en el libre albedrío que hace que, pese a ser difícil de creer,  las cosas funcionen.

Pensamos tanto en el futuro que nos olvidamos de vivir el presente,
no lo disfrutamos,
Pasado ausente que nos deja solos
siendo lo que somos,
solo una panda de humanos,
que se preocupan de las cosas que tienen en mente,
y no de los hechos y resultados.

Hay algo en la despreocupación que hace de esta atractiva y temida.
Hay algo en el egoísmo que lo hace odioso y sin embargo afable.
Hay algo en la soledad que es ansiado y rechazado por todos.

Somos como somos gracias a nuestros defectos,
no lo dudemos, nos hacen diferentes,
algo por lo que sentirse orgullosos
y no olvidar que no estaremos aquí siempre.

sábado, 26 de agosto de 2017

Amarillos

Se encontraron en la cafetería de una estación de tren,
cansados de no haber dormido.
Habían pasado 7 años desde la última vez
que se habían visto.

A veces las amistades no tienen que ser físicas.
a veces las más únicas,
son en las que no se tienen por qué ver,
solo seguir siendo los mismos.

Soy alguien con suerte por haber conocido
a alguien como ella,  mucho ha llovido,
pero sin embargo seguimos
siendo aquellos chiquillos
que con el tiempo han crecido
cada uno con su quehacer,
por mucho tiempo que sea el ayer,
siempre se cruzan nuestros caminos.

Una hora tuvieron en esa estación,
entre el café del desayuno volaron los guiños
al pasado que en su día les unió,
y ni el tiempo ni la distancia les hizo distintos,
algunos llaman a esto amistad,  otros simplemente amarillos,
lo cierto es que algo raro es, y  si es de extrañar,
que por mucho tiempo pase sin vernos, sigamos estando tan vivos.


Gracias y volveremos a encontrarnos.

jueves, 24 de agosto de 2017

Memorias 4 - "Camino"


Es difícil poder explicar con palabras lo sentido estos días.
Podría hablar del camino, de como este se parece tanto al de la vida.
Paso a paso vas avanzando, hay dolor, hay alegría, hay cansancio, pena, desesperación y recompensa.
Hay caer y levantarse.
Hay respiración tranquila de aire puro, y entrecortada de un cardio más elevado de la cuenta debido a una pendiente que no esperabas.
Podría hablar de un montón de mierdas hippies, esotéricas y religiosas,  (mierda en el término variedad y sorpresa de la palabra, no en el despectivo.)
Pero aun con todo eso y más,  no podría explicar el significado del camino.
Solo tocaría la fina superficie que todo el mundo toca.
Hablaría de lo que se ve a plena vista, hablaría de lo fácil. El camino es más.


El camino es convivir con un grupo de personas que no conoces de nada,  muy distintos entre sí,  de lugares muy diversos, por motivos de lo más variados.
El camino es pasar un tiempo que no pasarías en la vida real con gente que está en tus mismas circunstancias, es verse en el de al lado, ver la importancia de los pequeños gestos, aguantar los defectos tanto ajenos como propios.
Darse cuenta de que por muy complejo sea todo, lo único que tenemos que hacer es mover un pie delante del otro,  (cosa bastante sencilla si se piensa).
Es darlo todo con toda la normalidad del mundo, es encontrarse con viejos amigos a lo largo del camino, darse cuenta de lo mal que está el mundo y lo sencillo que podría ser.
Levantarse a las 6 de la mañana para poder llegar al albergue público, desayunar lo que te traiga el compañero,  preocuparse por lo que tomaran al levantarse el próximo día.
Es beber txacoli hasta cansarse, desahogarse de tus preocupaciones con quien conociste tan sólo unos días atrás, ver todo lo que sobra para vivir, todo lo que se necesita y todo lo que se echa de menos.
El camino no es más que el ser tú mismo,  al margen de la sociedad, la política, la religión, procedencia, edad, género, prejuicios…
No es más que un sueño que te relata cómo debería haber sido el mundo y te muestra como se está destruyendo poco a poco.
Aun con todo esto solo he rozado la superficie de su significado, solo puedo añadir que quien quiera experimentarlo tendrá que ponerse unas botas, una mochila, y tirar para adelante, paso a paso, día a día.

viernes, 28 de julio de 2017

Memorias 3- "Música"


En mis momentos de bajón la música siempre tiene la respuesta. Si soy sincero no tengo buen oído, a decir verdad el don musical en mi familia se saltó todas las generaciones, (cosa que no ocurre con la pintura y otras artes en las que solo se saltó mi generación.)

Pero aunque ese deseo por crear música me fue truncado desde el momento de mi nacimiento,  siempre he tenido gran pasión por sus melodías, las historias que cuentan, el sentimiento que me deja…  sea cual sea la situación, es ella la que me acompaña como un buen amigo que se que nunca me dejará.

Estoy sentado en la terraza de un sexto piso hace ya tiempo vacío. El cálido viento de verano de las tres de la mañana me cruza el torso desnudo en lo que el humo del cigarro se disipa por el cielo de una calle vacía.

En los cascos, la música de Iseo & Dodosounds hace que me recorran escalofríos por toda la piel. Mis preocupaciones y tristezas se me han olvidado, este grupo siempre me provoca esta amnesia interesada.

En la calle pasa un coche rompiendo el silencio, desde el balcón de mi casa se puede ver el parque principal de la ciudad, las vías del tren y todos los barrios de alrededor, ahora está todo dormido, salvo por el coche y la reja de un local que está cerrando en estos momentos, se podría decir que todo es silencio. Bueno, silencio, y mi Iseo.

Le doy otra calada al cigarrillo de liar, nunca he sido mucho de fumar pero tengo que reconocer que disfruto de estos momentos de tranquilidad y dedos ya ágiles de años liando este vicio que se que en algún momento tendré que dejar. Recuerdo aun mi primera calada a escondidas, primera de muchas que le siguieron siempre en la soledad de la noche, con los cascos puestos, mirando a la nada, simplemente tomando el aire y disfrutando de la vida, mi pequeño secreto.

Iseo me deja justo en este momento dando paso a una nueva adjudicación, Sofia Ellar, tengo que darle las gracias a mi amiga y gran cantante Sevillano por este nuevo añadido a mi colección de música, la canción, pese a ser triste, está llena de ganas de futuro. Sonrío sintiéndome identificado y echo para atrás la cabeza, estos momentos de felicidad son escasos y hay que disfrutarlos al máximo.

Pienso en todas las personas con las que he estado esta noche, viejos amigos a los que ya puedo considerar familia, sé que mucha gente de mi alrededor vendrá y se irá como este aire cálido de verano, pero de estos no tengo duda de su presencia en mi vida estemos donde estemos.

Sigo el ritmo con la pierna, a veces me lanzo hasta a tararear o cantar algunas estrofas que me  sé, tratando de no molestar a mis vecinos, este es mi momento, de nadie más, no se comparte. Apuro el cigarro antes de que acabe la canción y me prometo a mi mismo que ese va a ser el último, aun no lo he notado en el correr, pero no tengo la menor duda que en algún momento mi cuerpo me pedirá que elija entre una cosa u otra. De momento me limito a decirme que este va a ser el ultimo aunque sé que no lo digo lo suficientemente convencido, apago mi mp3 de pilas y aun me quedo un rato mas en el silencio de la noche, el susurro de la ciudad…

Me levanto de la silla de plástico comido por las lluvias y el calor, me estiro y me doy media vuelta, hoy dormiré bien, Iseo y Sofía ya se han encargado de que lo haga. Doy gracias por estos momentos de tranquilidad y aun con mi amnesia provocada me voy a la cama.

Mañana será otro día. 

jueves, 27 de julio de 2017

Memorias 2- "Fantasmas"


      Llevo mucho sin correr y se nota, mi mente vuelve a pensar en cosas que no tiene que pensar,  los recuerdos que quedaban encerrados en los días de músculos entumecidos y cansancio acumulado vuelven a brotar sin pedirme siquiera permiso.

Personas que deberían desaparecer de mis pensamientos, al igual que lo hicieron de mi vida, se presentan ante la puerta de mi memoria haciendo reflotar sentimientos que ya estaban desvanecidos.

Mi cabeza funciona de forma extraña, al margen de ser yo quien la controla, es esta la que, como un perrillo con ganas de salir a pasear, me empuja y me lleva hacia donde ella quiere, solo el cansancio del correr y el ejercicio de auto superación le tiene lo suficientemente agotada como para que se comporte bien y se deje sujetar con la correa.

Estos días, por motivos personales, he dejado de correr, la preparación para la próxima maratón ha quedado en pause en lo que descanso para el camino de Santiago en unas semanas, mientras, los pensamientos y los fantasmas de tiempos pasados y futuros inexistentes, vuelven para atormentarme estos días que deberían ser de tranquilidad.

El año ha ido bien, el curso ha salido como nunca pude haber imaginado, el currículum ha crecido y el correr me ha mantenido despierto y animado con todo lo que me rodea (a parte claro está, de la forma física que esto conlleva) me miro al espejo y ya no reconozco al chiquillo que hace ya siete años empezó una nueva etapa en una nueva ciudad.

 Este momento de parón ha sido un descanso de todo el agotamiento que mi vida ha podido generar a lo largo de estos últimos meses, pero ahora noto la ausencia del desgaste físico.

Mi cerebro vuelve a recuperar las ganas de dar guerra que tanto le caracterizan, mi maldición de pensar demasiado hace del dormir toda una odisea entre conversaciones revividas, momentos imaginados y fantasmas, siempre están ahí los fantasmas que ya considero parte de mi propio ser.

“Llevo mucho sin correr” pienso en lo que preparo la mochila que voy a cargar a lo largo de quince días, he logrado reducirla a cuatro kilos y medio cosa que no creo que sea un gran problema a la hora de la verdad, pero en lo que decido qué añado y qué quito del macuto que en tantos recorridos me ha acompañado, no puedo evitar pensar en las ciudades que han significado mucho para mí a lo largo de estos años, Coruña, Salamanca, Málaga, Madrid… no puedo evitar pensar en mis fantasmas danzando orgullosos en esta época de descanso.

Próxima parada Irún, camino Santander.