miércoles, 25 de marzo de 2020

Día diez del confinamiento. "A los irascibles" 25-3-2020


Creo y estoy de acuerdo con ideas, no con personas ni partidos políticos.

Estoy a favor de ciertas materias específicas de pensamiento, no con corrientes.

Tengo mi opinión sobre ciertos temas en particular que no pueden ser generalizados ni hechos leyes, tengo un pensamiento para cada cosa individual, los grises al fin y al cabo existen.

No dejo que piensen por mí, acepto cosas con las que estoy a favor y cosas con las que estoy en contra independientemente de la persona que lo diga, nadie tiene la razón en todo.

Se clasificar, catalogar y razonar.

Me niego a ser callado, a ser censurado por aquellos “abiertos de mente” que consideran que su moral es la única moral válida.

No tengo nada en contra de que no estéis de acuerdo conmigo, pero si os cabreáis no es cosa mía, se diferenciar a las personas de las opiniones, acepto lo positivo y lo negativo siempre que se esté dispuesto a hablar y no se tire por el insulto fácil y el victimismo.

Así es cómo escribo, así es cómo comparto, si molesto no me lean, si cabreo nunca fue mi intención, es la opinión de un individuo y si os afecta tanto lo mismo es para hacérselo mirar.

martes, 17 de marzo de 2020

Día tres del confinamiento (17-03-2020)


Tercer día del confinamiento.

Ya se empieza a notar la sensación de estar encerrados entre las mismas paredes día si, día también.
Me pregunto si al final se limitará a ser 15 días o acabaran ampliando, actualmente la cifra de muertos, así como la de infectados sigue en aumento, en Madrid, la hora punta es un momento de contagio grupal donde el abarrotamiento de los trenes rompe con toda lógica de esta cuarentena.

No sé si escribiré todos los días, y lo mismo hablo del contagio como puedo hablar de otra cosa, pero ahora mismo me pregunto cuánto afectará todo esto a nuestra economía, las personas que tienen que ir a trabajar para levantar el país y mantenerlo a flote, son las mismas que actualmente generan el problema del aumento de contagio y mientras, el gobierno reduciendo la cantidad de trenes y metro a la mitad.

Se están haciendo muchas cosas mal estos días, muchas cosas mal de las que son responsables políticos y medios de comunicación que lo único que hicieron fue quitarle hierro al asunto y, claro, ahora estamos como estamos, y seguimos como seguimos.

Hay mucho responsable de lo sucedido pero al final de esto solo se verán perjudicados los de siempre.

lunes, 16 de marzo de 2020

Día dos del confinamiento (16-03-2020)


Día dos del confinamiento.

No sé si haré esto todos los días, lo dudo mucho la verdad, pero mientras me apetezca ahí seguiremos lanzando opiniones al aire.

Escribo esto mientras los aplausos suenan por toda la ciudad, unos aplausos hacia unas personas que hacen su trabajo ya sea por las buenas o por las malas.

Propongo una cosa, en vez de salir a las 8 a aplaudir a nuestros médicos y trabajadores en primera línea de batalla, propongo gritar todos al unísono un “Hijos de puta”  a los  que han hecho que la escasez de profesionales sea un grave problema en la actualidad, que han hecho que las condiciones laborales sean deprimentes, que han hecho que los médicos no puedan hacerse la prueba del coronavirus por miedo a quedarse sin ellos, que han hecho que en la hostelería se cierre, se explote y salgan perjudicados los más débiles.

Un “Hijos de puta” a los cuatro vientos que demuestre que realmente la población ve y no se queda parada, escucha y no se conforma, un apoyo a nuestros médicos, enfermeros, limpiadores, pero también camareros, dependientes, y opositores, un “Hijos de puta” que reúna al pueblo, que las ovejas se conviertan en lobos, que la aristocracia se convierta en trabajadores públicos.

Día dos del confinamiento, número de personas comidas, cero.

Los perros siguen campando a sus anchas por la calle  paseando a sus mascotas humanas para que tomen un poco el aire.

domingo, 15 de marzo de 2020

Día uno del confinamiento (15-03-2020)


Primer día de confinamiento, aún no nos hemos comido los unos a los otros por lo que aún no estamos preocupados aunque es algo que llegará de un momento a otro.

La falta de comida no va a ser problema, cuando digo lo de comernos los unos a los otros no va a ser tanto por el hambre sino por el acúmulo de mala leche debido al estar encerrado contra tu voluntad, pero de momento, 24 horas pasadas.

Por el momento me he dado cuenta de varias cosas.

Uno, la cantidad de paletos y patanes que existen en este país donde la compostura se pierde por la búsqueda de supervivencia a una crisis que no requiere de dicho instinto, es literalmente innumerable.

Dos, la facilidad con la que una sociedad supuestamente avanzada es capaz de aceptar gustosamente sin la más mínima queja, la pérdida de sus derechos y libertades debido al miedo y a la histeria colectiva. En menos de 48 horas hemos aceptado sin rechistar el no poder salir libremente a la calle, el que nos puedan requisar cualquier propiedad, que debido a ello puedan entrar sin permiso en cualquier lado, posible control de medicamentos por parte del gobierno, uso del ejercito en las calles…

Tres, que los perros han pasado a tener más derechos que los humanos.

En cualquier caso es cierto que actualmente dada la situación no ha quedado otra que tomar medidas en el asunto, las preguntas que me planteo son:

¿Cómo hemos llegado hasta este punto?

¿Son realmente necesarias unas medidas tan estilo George Orwell?

¿Cuánto tiempo seguiremos así?

Y...

Si el miedo nos lleva a ser ovejas...

¿Quién nos asegura que no se utilizará contra nosotros cuando se necesite?

sábado, 14 de marzo de 2020

Me toca la moral la superioridad moral. (Especial coronavirus)


Soy consciente de que este escrito puede levantar mucha opinión contraria, pero en estos días de encierre, donde todo el mundo es moralmente superior al resto, no puedo evitar poner mi pequeño granito de arena.

En estos tres días, no he parado de recibir mensajes en redes.

Memes, mensajes de alarmismo, el puto #quedateentuputacasa… mensajes de todo tipo, provenientes de personas que parece que sienten la obligación de recordar a la gente lo que tiene que hacer para no ir al infierno.

Un poco me ha recordado todo esto a los mensajes virales que hubo en su día de participación de, “tienes que ir a votar” o,” si no votas, no tienes derecho luego  a quejarte”, cosa que a mi forma de verlo, por muy viral que se volviera, no deja de ser un mensaje de mierda sin apoyo ni razón de ser.

Entre todos estos mensajes, los que más me han sacado de mis casillas han sido los mensajes de los médicos quejándose de sus condiciones laborales, como si fuera algo nuevo y fuera el momento más indicado para hacerlo.

En definitiva,  como si fueran los únicos con condiciones laborales de mierda.

Hoy he recibido el siguiente mensaje y por el que me he decidido a escribir esta opinión que nadie leerá:


“Lo siento pero el mensaje oportunista de: “Hay que cuidar a los médicos”, me toca la moral.
-Que en época de crisis nos quitaran durante meses la comida y cena de las guardias por el gran gasto que suponíamos al estado (tengo buena memoria). ME TOCA LA MORAL.

-Que después de 11 años de preparación (incluyendo una oposición) tuviera que ir buscando contratillos hasta finalmente encontrar algo decente después de sumar 3 años sin vacaciones. ME TOCA LA MORAL.

-Que mi salario base neto sean 2050 euros (asumiendo responsabilidades del tipo sacar a alguien de un coma con una maquinita de ventilación, biopsiar un pulmón, o sencillamente prescribir mal una dosis por error humano...). ME TOCA LA MORAL

-Que si hago guardias de 24 h asumiendo en torno a 100 pacientes a mi cargo, sin respiro, no me compute en la seguridad social como tiempo trabajado cuando a otros colectivos sí. ME TOCA LA MORAL

-Que me haya expuesto masivamente y a diario a pacientes con neumonías graves por Covid-19 (en los primeros diagnósticos sin casi protección), haya comido varios días al lado de compañeros que han acabado dando positivo, y en el Hospital con mayor porcentaje de casos del país, y no se me haya hecho ni una PCR salvo que desarrolle fiebre. Mientras tanto, a “gente vip” de otros ámbitos (políticos, casa real, futbolistas) se les manda a casa de cuarentena. ME TOCA LA MORAL
-Que si además diera positivo para Covid-19, no se considerara hasta ayer mismo (después de esto se hay desmadrado) como accidente laboral sino como una baja por enfermedad común que he adquirido por mi cuenta. ME TOCA LA MORAL

Aguantar comentarios habituales del tipo: “Sois unos privilegiados”, “Tu sueldo sale de mis impuestos”, reclamaciones por escrito del tipo: “me atendió 30 min tarde”, notas en portadas de prensa del tipo: “nos tratan como animales”, “ese hospital es una vergüenza” sin contrastar la información.
ME TOCA LA MORAL

A pesar de todo ello, seguiré trabajando con abnegación, profesionalidad y dedicación absoluta, mirando siempre por los mismos, que son los que al fin y al cabo se ponen en nuestras manos (por suerte) y no en las de los que legislan y deciden desde arriba.

Robando horas a nuestra vida privada para que el sistema se sostenga, sin huelgas en momentos de crisis a diferencia de otros colectivos amorales como es bien sabido. ¿Cómo se nos ocurriría hacerlo si nuestra profesión es “puramente vocacional”?.

Sencillamente nos sobran valores, sentido común y sentido de la responsabilidad. Y definitivamente, incluyendo al resto del personal sanitario (no solo médicos), puedo afirmar que estamos hechos de otra pasta.

A ver si dentro de 6 meses, 1 año o 10 años, eso de “hay que cuidar al médico” se vuelve a mencionar. Igual habrá que refrescarle la memoria a más de uno.”



Mi contestación ha sido la siguiente:

A pesar de todo ello seguirás haciendo el trabajo que elegiste, como si tuvieras una opción de no hacerlo, con la profesionalidad y la dedicación con la que se tienen que hacer todos los trabajos ya que el resto del mundo no tiene la culpa de tus problemas.

Con esto no quiero decir que no esté agradecido de los médicos en una situación como la que estamos viviendo, está claro que ahora mismo son los protagonistas de esta historia, pero no consiento que las quejas aparezcan precisamente en un momento  en el que todos los ojos miran hacia ellos como si fueran ellos los únicos con problemas.


Mientras, los políticos son la nueva casta con una cantidad de privilegios estratosféricos que no paran de aumentarse.

Yo siento ser pesado pero, si votáis...

Ellos os los quitan y ellos se los dan.

Y son todos, no es un partido u otro, los políticos han pasado a ser la nueva nobleza y la llamada democracia no lo es, pero la gente sigue participando porque supuestamente, si no participas, no estás haciendo nada para remediarlo, cuando la realidad es que si participas estás continuando y aceptando un sistema que está claro que no funciona.

A sí que sí, pobres médicos y menudos sinvergüenzas los políticos.

Pero es cosa vuestra.

Y si, mantengo también que los médicos son unos afortunados, ¿Sabes por qué? Porque tal cual está ahora todo, la mayoría de profesiones que se lo curran igual o más están peor, y tenéis derecho a quejaros porque no deja de estar mal lo vuestro. Pero salvo la clase política, repito la nueva casta, el resto somos plebe.

A sí que sí, pobres médicos ahora que están en primera línea, tanto de batalla como de protagonismo, pero ni son el único problema ni lo van a solucionar pensando que esto es una democracia.

Ale y después de soltar esto, me dan ganas de copiarlo y soltarlo por ahí con un "lo siento pero el mensaje oportunista de los médicos me toca la moral"

Te  recuerdo que hace apenas un mes han quitado su límite de sueldo máximo y aumentaron el sueldo de los funcionarios incluido el de ellos.

Nadie habla de la cantidad de sueldos extra debido al aumento de ministerios debido a la repartición de poder.

Nadie habla de cómo, en una crisis cómo está siendo la del coronavirus, los políticos están recibiendo atención médica inmediata con resultados de un día para otro, nadie habla cómo todo este revuelo ha venido inmediatamente después de un 8M más politizado y propagandístico que otra cosa, con un aumento de infectados excesivo como resultado.

Nadie habla de unos decretos ley totalmente inútiles como respuesta del gobierno.

Estoy cansado de la superioridad moral de todo el mundo, incluida la mía no os valláis a creer.
TODO EL MUNDO ESTA JODIDO.

Bueno, todos  no, la nueva nobleza que ha demostrado mil y una veces que esta por encima de cualquiera, incluso la ley, está claro que no, ellos seguirán cobrando pese a estar todo cerrado, pese a no hacer su trabajo, tranquilamente en sus chalets sabiendo que ellos van a estar bien atendidos.

Estoy cansado de quejas sobre cosas que , a mi forma de verlo, no sois más que culpables por haceros los ciegos en su momento.

Es hora de aceptar que la frase de si no votas no te quejes luego es una soberana gilipollez y tendría que ser al contrario.

Están los políticos, y luego estamos la plebe, si no te gusta la situación no haber participado en ella, ahora no te quejes.

domingo, 8 de marzo de 2020

Un día como hoy



Si una creencia no se puede poner en duda,
no se puede cuestionar,
no la puedes hacer tuya,
entonces no hay más de qué hablar,
esa creencia no es de verdad,
es una tiranía que simula
 ser algo bueno,
no más que un sueño ,
un reptil que de piel se muda
disfrazándose de sincero,
de “buenismo bien”
de única razón,
un cadáver en formol,
que no se pudre pero se mantiene muerto.

Y ten valor,
Ten valor de ir en contra de la mayoría,
de romper sus teorías,
ten valor,
ten valor de razonar,
su desconocimiento convertido en ironía,
su totalitarismo irracional.

Estate dispuesto a cobrar,
a recibir insultos no apoyados en datos,
solo en sentimientos baratos,
a no ser como los demás,
que revientan cualquier entendimiento deseado,
una creencia no cuestionada es un engaño,
que no quiere ser destapado,
solo quiere gobernar.