"Aunque no sepas de qué estas hablando, dilo con seguridad, hay gente que asi a ganado elecciones"
Berto Romero
sábado, 30 de junio de 2012
martes, 26 de junio de 2012
Ciudad de chabolas (segunda parte)
Todo había empezado con un rescate al que habían disfrazado
no llamándolo como tal y escondiéndose detrás de los partidos de futbol de la
copa de Europa que acababan de empezar.
Del dinero que tenía el país, y qué se hacía con él, no se sabía nada. De vez en cuando pillaban a
un par de banqueros o políticos metiendo mano en el dinero del contribuyente,
pero eso se solucionaba con unas palmaditas en la espalda y una regañina
diciendo que no lo volvieran a hacer. Los sueldos de los funcionarios, el destinado
a la minería, las becas de estudios, investigación, sanidad, y otras muchas
cosas más, era cada vez más pequeño.
Lo que habían conseguido los trabajadores con sudor y
esfuerzo, era quitado por unos incompetentes en el poder que ni siquiera
perdían el sueño por las noches.
Y entonces, la gente
se empezó a quedar sin medios con los que pagar, y empezaron a quedarse en la
calle.
Cada vez se veían más “sin techos”, todos nos dábamos cuenta
de esa situación ya que la veíamos nada más salir a la calle, pero nadie era
capaz de hacer nada para solucionarlo.
Los estudiantes no se podían pagar los aumentos de matrícula,
ni eran capaces de pedir becas ya casi inexistentes. Mucha gente joven en ese
momento, tuvo que abandonar sus expectativas de futuro para hacer todo lo posible por encontrar un
trabajo sin poder haber conseguido un titulo.
La sanidad cada vez fue a peor ya que no se podía permitir gastos
innecesarios, toda la gente con poca esperanza de sobrevivir pasó a ser gente
sin ninguna esperanza.
La carreteras también estuvieron afectadas por la crisis, ni
las líneas de autobuses ni las de trenes podían cumplir con todos los
itinerarios, por lo que fueron desapareciendo poco a poco dejando algunas ciudades
(como salamanca) aisladas.
Nada parecía tener sentido, los políticos recortaban de
todos los lados, pero sus sueldos seguían manteniéndose o subiendo, el dinero
desaparecía misteriosamente al contrario que los gastos de los banqueros y
gobernantes. El rey, o mejor dicho toda la familia real contando con cuñada,
nuera, y el vecino de enfrente (personas que no habían hecho nada decente en su
vida para ganársela y que por el contrario no tenían que pagar impuestos)
seguían con sus lujos, pudiéndose
permitir, en ocasiones, incluso ir de caza, eso sí, siempre dando ánimos a los
verdaderos currantes diciendo que eran épocas duras para todos.
En general todo iba mal salvo para aquellos, llamémosles
cretinos, que no hacían más que empeorar las cosas.
Todo había empezado con un rescate al que habían disfrazado
no llamándolo como tal y escondiéndose detrás de los partidos de futbol de la
copa de Europa que acababan de empezar.
Me desperté tirado en la calle al igual que el resto de
españoles que no formaban parte de la política de los diversos municipios del
país. Me tapé con la manta y cerré los ojos con la intención de seguir
durmiendo esperando a despertar de ese mal sueño.
domingo, 24 de junio de 2012
Frases prestadas- frase 23
"El tiempo no es una autopista de la cuna hasta la tumba, si no un espacio para crecer bajo el sol"
Bongo botrako- "Caminante"
Bongo botrako- "Caminante"
viernes, 22 de junio de 2012
Versos a una nueva vida
Cómo ser de un sitio, en el que ya no te sientes cómodo,
cómo pertenecer a un grupo, del que no conoces apenas nada,
cómo tener una afición, si el deber prima sobre todo,
cómo ser yo si nadie me conoce ni extraña.
Cómo ser alguien, que no hace más que una sola cosa,
cómo vivir, sin nada de sorpresas, sin misterios,
cómo diferenciar un día de otro, da igual cual escoja,
todo momento es repetido, veinticuatro horas al menos.
"A aquellos que no son felices con su vida, siempre es momento de poder cambiarla y moldearla como uno quiere"
lunes, 18 de junio de 2012
Frases prestadas- frase 22
"¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo de volar?"
Helen Keller
Helen Keller
domingo, 17 de junio de 2012
Mis grandes pasiones
Un solo dibujo que almacena en él todo un gran significado,
mis pasiones, mi forma de seguir en este mundo cuando todo parece no funcionar.
Mi momento de no pensar, no preocuparse, y ser feliz.
La primera de ellas, la guitarra. Instrumento de seis
cuerdas que cuando toco, hace que me concentre solo en la canción, el ritmo, y
la alegría que esta conlleva. La música es de las pocas cosas que conozco
capaces de transmitir, de forma tan precisa, los sentimientos entendidos por
todo aquel que la escuche.
La segunda de mis pasiones, las cartas y todos los juegos
que estas acarrean incluyendo los trucos de magia. Cuando juego a las cartas
paso a ser alguien que conoce de toda la vida a los participantes, aunque estos
en realidad se acaban de presentar antes de empezar.
No hay nada como una partida de cartas para unir lazos, al
igual que los trucos de magia para demostrarte que lo imposible puede no serlo.
La tercera es la palabra escrita de la cual ya he hablado en
otros artículos. Es impasible e inmortal. Con ella uno puede soltar todo
aquello que la instantaneidad de la palabra oral no te permite.
Y por último, el payaso, sinónimo de espectáculo. Los
malabares, mi gran pasión de la cual no me puedo despegar. El afán de mejora,
de esfuerzo por conseguir hacer algo que el resto de gente no hace. La idea de tener
una habilidad que en un principio se creía imposible, o como mínimo, muy
difícil de conseguir. Esa oposición entre lo que creemos que somos capaces de
hacer y lo que realmente podemos con esfuerzo y dedicación.
¿Que por qué llora el payaso? Os preguntareis. Bueno, él
también es una persona.
Con estas cuatro cosas soy capaz de descansar
psicológicamente, más rápido que con todas las horas que pudiera dormir de
golpe. Las aficiones por lo que a mí respecta son muy importantes ya que sin
ellas acabaría cayendo en una depresión y monotonía de la que sería difícil
salir.
Todo el mundo necesita desahogarse con algo, lo complicado
esta en encontrarlo y no soltarlo.
viernes, 15 de junio de 2012
Tacón roto
Salió corriendo del baile según cantaban las doce. Fui tras ella sin saber lo que ocurría y me la encontré tirada en el suelo enfrente de una calabaza y con un vestido raído. Me agaché y tendiéndole el objeto que se había quedado en una alcantarilla le dije, “Esto es tuyo”.
lunes, 11 de junio de 2012
Ciudad de Chabolas.
Llegué ya muy caída la noche a las calles de la capital
esperando encontrármelas completamente desiertas, pero en vez de eso, me
encontré con un chabolismo al pie de los edificios vacios.
Familias de personas de todas las edades se amontonaban en
las aceras tapándose con las cajas o plásticos que podían encontrar.
Los mendigos de toda la vida ahora pasaban a ser los
instructores de los nuevos sin techo, enseñándoles su forma de vida. Los
portales, repletos de personas que intentaban resguardarse del frio, ahora se
convertían en los dormitorios de mayor lujo que se podía obtener en esas
condiciones. Y aquellos que no tenían esa suerte, se volvían arquitectos
entretenidos en hacer sus nuevas casas con los desperdicios de la obra más
cercana.
Las velas de algunos afortunados, eran en aquel momento las
que iluminaban las calles sin electricidad, hacia ya bastante tiempo que las
compañías de energía habían cerrado debido a no tener a nadie a quien
abastecer.
Los edificios, todos con las persianas cerradas, tenían
ahora el aspecto abandonado que les correspondía. Parecía como si la vida nos
hubiera gastado una broma de mal gusto dejando a todo el mundo en la calle a
pie de tantos edificios sin ocupar.
Solo los políticos y banqueros habían mantenido sus vidas con
los mismos lujos de antes en lo que se los quitaban al resto de trabajadores.
En cada ventana, un cartel de se vende desgastado por las numerosas
lluvias que habían pasado desde que se habían puesto después, eso si, de haber
desalojado a los antiguos individuos, sin trabajo y sin paro.
El país ya había salido de la crisis, pero la solución que
se había dado había sido mandar a los funcionarios a la calle y subir los
impuestos mientras que, aquellos a los que habíamos llamado gobernantes, vivían
con sus mismos sueldos excesivos. Todo había empezado con un rescate al que
habían disfrazado a vista del mundo no llamándolo como tal y escondiéndose detrás
de los partidos de futbol de la copa de Europa que acababa de empezar.
En ese momento, un niño que no pasaría de los siete años me
agarró de la gabardina obligándome a parar para preguntarme por algo de comer, abrí
la mochila en la que guardaba mis últimos recuerdos de tiempos mejores, y le di
el trozo de pan duro que me quedaba.
Sin decirme siquiera gracias, se comió enseguida lo que
parecía, por su aspecto famélico, su primer bocado desde hacia días.
-Sus padres antes eran profesores. –me explicó una chica que
en esos momentos se había puesto a mi lado y había visto lo ocurrido. –yo en
cambio, ni siquiera pude acabar la carrera que estaba haciendo debido al
aumento del precio de las matriculas.
-Pues mi caso es del estilo al tuyo. –me dijo un segundo.
–yo si acabé la carrera, pero aun así no pude ejercer ya que no fui capaz de
encontrar trabajo.
-Yo era médico, y lo más gracioso es que aquel hombre metido
entre cajas era mi jefe. –habló un tercero con la barba por los tobillos.
-Pues en mi casa ahora vive la ministra de igualdad.
En cuanto quise darme cuenta, ya estaba rodeado por todos
aquellos habitantes sin hogar, posesiones, ni sanidad, contándome unas
historias todas ellas diferentes pero iguales.
Eran las dos de la mañana y a lo lejos se podían ver las
luces de las chimeneas de las casas del alcalde y otros de la misma calaña que
habían sobrevivido a costa del resto.
Temblé debido a un escalofrío.
Una mano de entre la gente me tendió una manta raída en lo
que me preguntaba.
“¿Y tú? ¿Cuál es tu historia?”
Me senté en la acera rodeado de aquellos “mendigos”,
aquellos bidones ardiendo para calentarse y aquellos cartones, y empecé a
narrar sin poder evitar que se me escapara una lágrima de vez en cuando.
Rodeado, de aquellos habitantes de una ciudad de chabolas.
Frases prestadas- frase 20
"Si los políticos fueran mileuristas, la política pasaria a ser algo bueno"
R.L
R.L
jueves, 7 de junio de 2012
Una habilidad especial
Desde pequeño había aprendido a leer las mentes de las
personas y lo único que había conseguido con ello era darse cuenta de lo solo
que estaba.
Tenía familia, pero ésta solo pensaba en él como en un hijo,
un hermano, un primo… alguien cercano por genética al que querían y respetaban
por eso mismo, por ser de la familia.
Tenía amigos, pero gracias a su habilidad especial, había descubierto
que estos se podían contar con una sola mano.
La gente le veía como una persona tímida, algo o muy rara,
algunos opinaban que tenía una gran personalidad, una gran mayoría ni siquiera
aparentaba lo que realmente pensaban de él.
Estaba rodeado de mucha gente y aun así estaba solo.
No destacaba sobre nadie, solo estaba solo.
Veía como la gente que no tenía su poder era feliz, veía como
estaban rodeados de falsos amigos y conocidos y aun así, se alegraban debido a
su ignorancia.
Él nunca había deseado saber lo que pensaban los demás, pero
aun así, eso era lo que le había tocado y por eso, se sentía solo.
Un día, en su triste vida ahogada por la rutina, conoció a una chica. No tenía nada en especial al resto de chicas que había conocido, era muy guapa eso sí, y también pudo averiguar que era muy lista, pero nada que nadie salvo él, a primera vista, pudiera ver distinto.
El primer encontronazo fue como cualquier otro que hubiera
tenido antes, amigo presenta amiga y él, sin ya ninguna perspectiva de ser el
elegido entre los muchos conocidos de ella, la saludó amablemente optando a
pasar, como siempre, a la lista de solo amigos.
El primer encontronazo fue como cualquier otro, pero para su
sorpresa, ese no fue el último.
Cada vez fueron quedando más a menudo, no porque él lo
intentara, sino que esta vez, y por alguna extraña razón que no lograba
comprender, era ella la que quería estar con él.
Nunca había estado el primero en la lista de nadie, sus familiares
le consideraban como tal, sus amigos tenían otros mejores amigos, y sus
conocidos, bueno, eran conocidos.
Siempre se había sentido solo, pero entonces,
misteriosamente y sin poder explicarlo, la conoció, desapareciendo en el acto
su molesto poder, y junto con él, su preocupación de no ser el preferido de
nadie más que de ella.
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