Ha pasado medio año ya desde que “La escalera de Penrose, Ubi Sunt”
salió a la luz. Desde que un libro en el que llevaba trabajando años abría sus
alas dispuesto a echar a volar.
En este tiempo he descubierto varias cosas que me gustaría dejar
plasmadas en este blog (que ya por el 2008 empecé a escribir sin saber que
llegaría hasta el día de hoy).
Lo primero que quiero decir es que escribir un libro es difícil, pero
mucho más difícil abrirlo al público.
Todas esas esperanzas y sueños que, para qué negarlo, todos los que han
estado en esta situación han tenido, se encuentran de repente con un golpe de
realidad que te despierta como el aire frio de la mañana.
Escribir un libro es difícil, pero mucho más darlo a conocer, mucho más
que te lo tomen en serio. Y es que, en este medio año, he aguantado la
condescendencia de los conocidos que leían la novela ya con los prejuicios de
estar leyendo a un primerizo. Esos comentarios de “No es un best seller pero
está bien” dichos por gente que, en la mayoría de los casos, ni siquiera ha leído
un best seller, han sido por desgracia los más comunes cuando en ningún momento
se pidió que lo compararan.
Uno lee un libro y, o bien le gusta o no le gusta. Uno tendrá ciertas
opiniones, ciertos comentarios, ciertas cosas a mejorar…
No les echo en cara en ningún momento ese sesgo con el que leen la obra.
Ese prejuicio previo que no tendría un
desconocido.
No les echo en cara esa predisposición a asumir que lo más que alcanzará
será el rango de aceptable, pero ahí tengo que decir que lo único que se
consigue con ello es no ver el todo, no darle ni siquiera una oportunidad a un
proyecto que ha costado años de trabajo y que está más pensado de lo que
normalmente la gente cree.
El hecho de que te lea un conocido viene ya con ese sesgo incluido y por
eso es de principal interés llegar a los desconocidos lo antes posible. Aquellos
que tratan a tu novela con los mismos ojos que a cualquier otro libro y, solo a
partir de ese momento, pueden criticar de forma completamente valida y
contundente.
No estoy diciendo en ningún momento que considere que mi novela alcanza
el nivel de calidad de los libros más vencidos, solo muestro una realidad que
es la de que la gente conocida, en ningún momento, criticarán tu obra sin el
prejuicio de que creen que eres un novato. Sin creer que lo máximo que podrá alcanzar es
la connotación de “está bien”.
Y ahí está el verdadero problema, y es que no soy ningún novato,
¿Primerizo en publicar y encima de forma autónoma al margen de editoriales? si,
pero novato no.
Llevo toda la vida escribiendo, y cuando digo toda, es toda, desde mucho
antes de que ese año 2008 empezara esta aventura que antaño se llamaba
"Principiante a escritor" ahora renombrada como “Ataraxia”.
Desde esos inicios de este blog hace la friolera ya de 13 años.
¿Tengo mucho por aprender? desde luego, ¿Y quién no? pero no se me puede
tratar de novato. Estoy aprendiendo cada día, pero no se puede decir que Todavía
estoy aprendiendo, y remarco fuertemente ese Todavía como si aún no hubiera
logrado nada.
Será el primer libro, pero el número de páginas que he manchado a lo
largo de mi corta vida supera con creces las de diez libros como este.
No les echo en cara a mis
conocidos esos prejuicios, me da pena más bien el hecho de que, sin darse
cuenta, no le hayan dado una oportunidad real a Ubi Sunt.
Entonces llega otro golpe de realidad. La tremenda dificultad que
resulta, si estás publicando por tu cuenta, llegar a aquellos desconocidos que
tanto interés tienes en que te lean.
En ese momento te das cuenta de que, sin una Editorial, es difícil dar a
luz a tu pequeño. Empiezas a asumir que se va a quedar en unos pocos de cientos
de copias que para más inri no serán tratadas con ojos imparciales.
Las librerías sin una editorial que te respalde no te toman en serio. En
la pagina online, entre la marabunta de obras nuevas que salen todos los días
tu obra se va ahogando hasta quedar en la oscuridad, como si no hubiera
existido nunca, como si no hubiera valido la pena.
Es en ese momento cuando te tienes que dar cuenta de que todo esto no
importa, te das cuenta de que nunca escribiste para que te leyeran sino por el
simple disfrute de hacerlo, de crear algo nuevo, algo que solo es tuyo y de lo
que puedes estar orgulloso.
Ubi Sunt me ha enseñado de lo que soy capaz. Con ello he creado algo que
me acompañará toda mi vida.
Habrá un segundo... un tercero...
y ¿Quién sabe? igual al cuarto o al quinto esa oportunidad que no se le dio al
primero empieza a emerger sacando a la luz todos los anteriores.
Doy gracias pese a todo a todos mis conocidos que hicieron el esfuerzo
de leerme. A aquellos que me tomaron enserio y a los que sin querer no lo
hicieron.
Sacar un libro es difícil pero he aprendido que el hecho de conseguir
una crítica al margen de prejuicios (buenos o malos) es lo más difícil de todo.
No soy experto pero si experimentado, y seguiré experimentando hasta que
mi pasión, mis fuerzas o mis ganas se desvanezcan.
Link del libro