domingo, 23 de junio de 2019

Buenismo bien



No se cuestiona nada por miedo a que te juzguen por ello.

En su día no se cuestionó a la monarquía por miedo a que te tacharan de traidor, no se cuestionó la política, ni el patriotismo aunque ello generara guerras sin sentido.

No se cuestionó la religión por miedo a que te consideraran hereje, aunque ello generara mentalidad intolerante y fanatismo.

No se cuestiona el ateísmo por miedo a que te tachen de meapilas.

No se cuestionan las culturas y costumbres que no sean las del primer mundo, no se cuestionan las minorías, no se cuestiona el feminismo, todo ello por miedo a que te juzguen y lapiden en las redes sociales que gobiernan el mundo.

No cuestionamos la izquierda por miedo a que te condenen de facha, no se cuestiona la derecha por miedo a que te condenen de progre. No se cuestionan las fronteras, sentimos la necesidad de marcar lo que es nuestro, aunque no lo sea.

No se cuestiona el ser bondadoso cuando no siempre puedes serlo, no se cuestiona la maldad cuando a veces es resultado de unos eventos que no se pudieron parar, uno no siempre es culpable de las cosas malas.

No cuestionamos las libertades, ¿Somos realmente libres? ¿Deberíamos serlo?

No se cuestiona nuestro propio raciocinio, lo mismo somos una panda de idiotas sin remedio.

No se cuestiona que los estudios son necesarios, que es la única manera de avanzar en la vida.

No se cuestiona que las leyes funcionan, que la vida es o blanco o negro, que el sistema es el que es porque no hay otro modo.

No se cuestionó el avance industrial, no se cuestiona la tecnología, no se cuestionan a los mayores cuando dejaron más que demostrado que son imperfectos y cometieron errores.

Me gustaría poder decir que no se cuestiona a la juventud, pero todos sabemos que es lo único que siempre se ha cuestionado.

No se cuestiona el intrusismo, no se cuestiona el dinero, no se cuestiona el buenismo bien, lo políticamente correcto, la educación y sus normas cuando nadie sabe de donde vienen ni para qué sirven, alguien las tuvo que crear en algún momento.

No se cuestionan las normas de  vestimenta y aspecto cuando eso ya no es razón suficiente para juzgar a las personas.

No se cuestionan las creencias propias y a su vez se cuestionan las contrarias no planteándose por qué una cosa sí y la otra no.

Tenemos miedo a que nos vean de una forma que no queremos, planteamos nuestras creencias en base a lo que dicen los demás, creemos que somos libres de nuestro pensamiento pero la realidad es que nos lo callamos y lo guardamos en lo más profundo de nuestro ser hasta convencernos  a nosotros mismos de que no es lo que somos.

Seguimos a la mayoría, buscamos opiniones parecidas, procuramos no ir en contra de una corriente que hoy en día es estúpida, no buscamos conocimiento, buscamos aceptación.

Si no somos ateos, nos han lavado el cerebro, si no creemos en la bandera, no somos lo suficientemente adultos, o eres feminista o directamente te conviertes en machista, no hay punto medio aunque no se pare de decir que el feminismo es igualdad, si pones por delante a las personas a los animales, eres una persona horrible, si no tienes en mente ni casarte o tener hijos, ya acabaras teniéndolo o serás un raro que vivirá toda su vida solo, si no estudias, eres un analfabeto, si no protestas ante los chistes de mal gusto, eres un racista, irrespetuoso, retrógrado…

Si no te importan lo mas mínimo las personas homosexuales,  trans, etc, significa que les pones por debajo de ti cuando en realidad es que tratas absolutamente a todos por igual, si no tratas a las minorías como minorías significa que no quieres la igualdad.

Si todo esto lo haces desde una posición de hombre blanco hetero del primer mundo, no tienes mas remedio a que te tachen de nazi.

Y ahí no hay más conversación que valga.

miércoles, 19 de junio de 2019

Hablemos de "2061 Odisea tres"



Hablemos de 2061 Odisea tres.

Al igual que 2010 fue continuación directa de 2001, este libro continua con la historia después de haber transcurrido un tiempo necesario para el desarrollo de los acontecimientos.

Pese a ser continuación, ésta no añade nada a la historia siendo una narrativa que, aunque disfrutable, resulta desapercibida e innecesaria.

Con ella uno se da cuenta de la evolución de la tecnología con el paso del tiempo,  a la par que la evolución en la biologia más marcada por agentes externos.

Nos hace ver que el futuro es completamente incierto ya que solo se puede predecir desde una base de conocimiento que ya tenemos, sin contar con todas las averiguaciones que quedan por venir.

Todo ello hace de Odisea tres, un libro  interesante pero que no deja de repetir lo visto que los anteriores sin añadir nada nuevo.

¿Merece la pena?

Si te gustaron odisea uno y dos,  no deja de ser el tercero de una saga de cuatro. No esperes un libro que recordar en el futuro y mucho menos la calidad de sus predecesores.

martes, 18 de junio de 2019

Repetición



No hay salida, hasta que la hay.
No hay suerte, hasta que la hay.
No hay cambios impredecibles
hasta que te das cuenta de que lo predecible solo está en tu cabeza y pocas veces se asemeja a la realidad.

Hay rutina, hasta que deja de haberla.
Hay tristeza, hasta que deja de haberla.
Hay aburrimiento
hasta que decides variar y romper con la comodidad de tu situación.

Al más vale malo conocido que bueno por conocer, corte de mangas,
es la pereza la que habla.
Al no hay mal que por bien no venga, corte de mangas,
son cosas completamente separadas.
Al pesimista, un poco de incoherencia y fe,
Al optimista realismo y los pies en la tierra.

Por más que queramos no controlamos nuestras vidas,
elegimos el camino pero no lo que sucede en él.

A la envidia, egoísmo sano y meterte en tu vida.
Al odio, egoísmo sano y meterte en tu vida.
A la tristeza, desahogo y mantenerse entretenido.

No hay capullos hasta que los hay,
Ellos no importan.
No importan lo mas mínimo.

sábado, 1 de junio de 2019

Hablemos de "2010, Odisea dos"




Hablemos de “2010, Odisea dos”, la continuación directa de “2001, una odisea espacial”.

Al contrario que su predecesor, que contaba varias historias a lo largo del tiempo en torno a un extraño monolito, llevándonos  a pensar en nuestra existencia y lo que nos hace realmente  humanos, “Odisea dos” empieza donde lo dejó este primer libro, resolviéndonos las dudas que quedaron en el aire aunque no necesitáramos de su respuesta.

Este libro se moja dándonos contestaciones que no esperábamos a las preguntas que la  narrativa genera, dejando mas de lado el tema filosófico, y centrándose más en la pura novela de ciencia ficción.

Aun siendo conocida la famosa frase de segundas partes nunca fueron buenas, aquí lo podemos considerar más bien como más capítulos de una historia que no había acabado, o cuyo final había dejado misterios en el aire.

Tanto los personajes, como las leyes que gobiernan este mundo,  son vistas en todo momento desde arriba, pudiéndole coger cariño a unos personajes carismáticos, pero siempre siendo consciente del pequeño valor que tienen los seres humanos dentro de una universo inmenso y desconocido. Tú no formas parte de la tripulación, sino eres el mero espectador de unos sucesos que van a cambiar el transcurso de la humanidad.

En todo momento eres consciente de que los protagonistas son lo de menos, la historia que va sucediendo entorno a ellos y al resto de los seres humanos, es lo verdaderamente importante, la narración y lo que ocurre en ella.

Como novela de ciencia ficción indudablemente es impecable no sabiendo cuál es la línea que separa la realidad de la propia ficción, todas las cosas, hasta las más sorprendentes, son descritas con una completa sensación de realismo.

¿Merece la pena?

Si te gustó la primera parte veo necesaria esta segunda para darte ciertas respuestas que, aunque podrías sentirte conforme sin ellas, he de decir que no dejan con mal sabor de boca.