-¿Qué ha pasado? –Susan
parece sufrir de nuevo uno de sus
ataques.
S.J se tranquiliza, parece que
ninguno de los allí presentes se ha enterado de su ausencia. Todos parecen
haberse quedado dormidos.
-Recuerdo ver los cuerpos de Scar
y Samantha y entonces despertarme. –Jim no tarda en soltar una de sus ya
frecuentes carcajadas. –y ahora qué nos han hecho. –parece que todo eso le
divierte pero en su voz suena mas desesperación que cualquier otro sentimiento.
S.J palpa debajo de la mesa
encontrándose en ese mismo momento con el arma que le habían prometido, por el
tacto parece una “Luger P08”, su forma es inconfundible, aún no la coge.
Sonríe, muchos mundos por los que ha estado habían vivido las atrocidades de la
segunda guerra mundial con distintos resultados, conocía muy bien aquella
pistola.
Nada mas separar la mano del arma
el contador del centro de la mesa vuelve a aparecer.
-Una hora, ¿Qué significa eso?-
esta vez es Saron la que pregunta mientras se quita la americana.
S.J se da cuenta del detalle.
-¿Cuándo os habéis vuelto a poner
la parte de arriba del traje?
-Podríamos decir lo mismo de tu
gabardina.
S.J sonríe.
No tarda en contar todo lo ocurrido (omitiendo la parte del
arma) a sus tres compañeros, aunque realmente solo uno de ellos le atiende
borrándosele la sonrisa.
-No sois hermanas ¿Verdad?
Susan deja de hiperventilar de
golpe y empieza a reír. Saron aplaude.
-¿Demasiado iguales para ser
gemelas?
-Gemelas sois pero no con el
significado habitual. Imagino que seréis las dueñas del punto de cruce, cada
una de uno de los dos Yelinash Club que hay atravesando estas puertas. Sois la
misma persona en dos mundos distintos.
Las dos asienten a la par.
-¿Cómo has llegado a esa
conclusión?
-La chica con quien hablé me dijo
que trabajaba en un punto de cruce, no era la propietaria, sino una camarera
del local, y sinceramente, no veía a este tío como alguien capaz de preparar
todo este jaleo. La chica, viendo que todos los no nacidos a los que recurría
no le hacían caso, recurrió directamente a vosotras ¿No es así?? ¿Y ahora qué?
¿Tengo que decidir entre matar a este cretino o a vosotras?
-Veo que lo has entendido, bueno,
aunque no todo, la camarera no era tampoco la hermana de Robert sino nosotras,
cada una de un Robert distinto pero del mismo al fin y al cabo. Para explicarte
toda la historia la chica tenía que hacerse pasar por la victima ya que si no,
no la habrías hecho caso, ella simplemente ha sido una empleada y buena amiga
que nos ha ayudado con todo este asunto.
–Saron parece tranquila, en realidad las dos lo parecen. –no vamos a
continuar con este juego más, decidas lo que decidas la cosa acaba aquí. Tanto
Jim como ahora nosotras somos culpables de asesinatos, la diferencia es que
nosotras en todo momento hemos buscado justicia, demostrar que pese a todo el
poder que tenéis, no sois realmente nada. Nosotras, al contrario que todos los
que se han sentado en esta mesa, asumimos la responsabilidad de nuestros actos
y estaremos de acuerdo con la decisión que tomes. O bien puedes matarnos a
todos por culpables en cuyo caso te convertirás tu también en un asesino y morirás
aquí mismo, tú decides.
La cuenta atrás en rojo supera la
media hora. S.J coge la Luger, está harto de toda esa pantomima, es hora de
decidir. Jim se cae de la silla nada más ver la pistola, no ha dicho nada desde
que las hermanas han contado la realidad. Los ojos los tiene vidriosos. Susan y
Saron cierran los ojos a la espera de la decisión final.
Nada más abrir la puerta empieza
a oír “Back to a reason” de Savatage, no está orgulloso de la decisión que ha
tomado pero está demasiado cansado como para arrepentirse de ella.
Coge su sombrero de la mesa en la
que lo había dejado y se lo pone en la cabeza, nadie en el local se fija en él,
simplemente como una sombra camina hacia las escaleras de salida.
La camarera, limpiando la barra
sonríe nada más verle. Ninguno de los dos se dirige la palabra, ni siquiera se
despiden.
Sube las escaleras, abre la
puerta dejando entrar el frio viento de la ciudad, no se había dado cuenta
hasta ese momento de lo mucho que echaba de menos aquella sensación. Se cala el
sombrero y se levanta el cuello de la gabardina aun manchada de sangre.
Respira hondo y cierra la puerta
a sus espaldas dejando atrás la música, el humo, y todo lo ocurrido en aquel
pub tan común como otros muchos.
Agradecimientos a mis lectores que me han aguantado estos 10 actos durante esta aventura, el final no puede ser nunca a gusto de todos pero espero que esteis conformes con él como yo lo estoy.
Fotografia de Pablo Sanchez en:http://fontanica123.wix.com/psg12-photography#!about/c10fk
Todos los capítulos-http://hercillausero.blogspot.com.es/search/label/Yelinash%20club
ahhh ahora sí,me cierra! Si bien cuando comenté pensando que habia acabado,creía que era un buen cierre.. ahora todo se coloca mucho mejor!
ResponderEliminarRendan, no me queda más que felicitarte por tu originalidad. Chapeau!!
ResponderEliminarUn abrazo y feliz comienzo de año.