Me
considero un funcionalista, creo que lo importante de las cosas es que cumplan
con su labor de la mejor forma, que funcionen y funcionen bien, si algo no es
útil, por norma general no es importante ni necesario.
Me
considero un funcionalista y he de reconocer que en eso, la tecnología ha
avanzado a pasos agigantados, pero a su vez, mi vena romántica me dice que ha
dejado de lado otras muchas cosas.
Me
gustan los relojes de bolsillo pese a que sé que uno de muñeca es más práctico
y rápido, tiene ese qué se yo que hoy en día les falta a las cosas.
Las
brújulas, pese a que se que los móviles pueden cumplir con esa labor.
Los
zippos y las cerillas frente a los clíper de usar y tirar tan comunes hoy en
día. Los botones de los puños de las camisas, las gabardinas los vinilos…
Nada
de estos objetos reconozco que tienen lugar en este mundo, pero son objetos que
tienen un “alma” que ya no se crea, un libro de papel genera sentimientos que
un Ebook, pese a ser indudablemente mejor, no tiene. Una pluma no puede tener
ni punto de comparación a un boli bick pese a que está la tienes que ir
recargando.
Una
carta tiene un sentimiento que un correo es incapaz de apreciar.
A
veces me pregunto si viví realmente en la época correcta, soy funcionalista
pero reconozco que no todo es función, soy funcionalista y sin embargo me pregunto por qué vivo en un mundo en el que el “steampunk” es
simple ficción.
Es cierto, uno a veces se siente que está en el momento equivocado, se siente de otra manera, como contracorriente... pero,yo creo que es bueno,porque es lo que te permite detenerte,y "ver" no solo mirar!
ResponderEliminarMe ha encantado!
me encanta lo que te gusta
ResponderEliminares tremendo de bello
A veces se tiene la sensación de estar viviendo el tiempo equivocado. Me gusta lo que te gusta, tal vez porque creo que es menos frío, más cálido en el tacto o la mirada del ayer.
ResponderEliminarUn abrazo, compañero.
Cuanta razón en tu escrito, es doloroso a pesar de lo avanzado que hoy día estamos en tecnología, pero hemos sufrido un cambio casi radical, se han perdido aun mas los valores. Me siento afortunada de haber nacido en esa época que ha sido aplastada por la presente. Un escrito realista! Un abrazo! Y gracias por siempre sentarnos en la realidad.
ResponderEliminarMucha razon, las cartas tenian una emocion unica, hay algunas cosas que las tecnologia nos ha quitado. Saludos desde El Blog de Boris Estebitan
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