Y
por fin llegaron los esperados días de camino, el camino de Santiago para ser
exactos. 15 días de descanso, de respirar aire fresco, dormir en el suelo y
caminar bajo el cielo con paisajes distintos cada día.
Días
de pensar, de sentirse libre, de sentirse feliz.
Conocer
gente nueva, olvidarse de toda preocupación, toda tristeza.
Sentir
que no hay nada más en la vida que tu alrededor inmediato, levantarse preguntándose
qué tiempo hará hoy, y a qué personajes veré en el camino.
Llegar
a un lugar tras 15 días sin descanso para verlo con otros ojos muy diferentes a
como lo hacías antes.
Algo
que tachar de una lista pensada en un tiempo muy diferente al actual. Una lista
de la que pretendo tachar cuanto sea posible, próximo destino, Barcelona.
Los
objetivos no cambian aunque las personas que te acompañan durante el camino sí.
Solo
hay que decidirse a dar el paso y recordar que, detrás de una pierna, siempre viene
la otra.
Buen camino Rendan! Que tu viaje te lleve al centro de ti mismo!
ResponderEliminarSiempre he querido hacer ese camino.
ResponderEliminarAmigo Rendan, qué envidia me das!! Soy senderista y sé de lo que hablas, mmmm, próximo destino... el camino.
ResponderEliminarUn abrazo y buen camino, compañero.