Se
dedicó a viajar,
consideraba
que la vida era mucho más,
no
limitarse a hacer lo que espera la sociedad.
Recibir
con los brazos abiertos lo que te puede dar,
un
sueño en el que no sabemos estar,
el amor
una pequeña parte de la verdad.
Gente,
paisajes, cultura, otra realidad.
vio
mundo sin recordar la necesidad
de
aquello para lo que dijeron que nacimos,
casarse,
tener hijos y demás.
Vivió
años en soledad
pero
vivió más que nadie, no se puede negar…
Cada día
acompañado desde el despertar,
tocando
con los dedos la felicidad,
agarrando
sin querer soltar,
disfrutando
lo que es respirar,
todo lo
que el mundo da
lo que
nadie se da cuenta que tiene.
Hacer solamente lo que se espera de nosotros no es para nada divertido.
ResponderEliminarY es, también, una suerte de desperdicio.
Saludos,
J.