La
vida es extraña, por más planes que hagamos ella siempre va a su bola haciendo
lo que ella quiere. En parte eso hace de ella un ser único de incalculable
valor, un ser indomable, salvaje, dueño de sí mismo.
Consideramos
que la vida es nuestra, pero ella es algo por sí sola, se ofrece al golpe de
suerte, a una serie de casualidades que llevan a crearla.
Si
ella es independiente entonces, ¿Por qué no paramos de preocuparnos siempre por
un futuro que ni existe ni tiene grandes posibilidades de existir?
El
sentimiento de no avanzar es realmente nuestro enemigo, el simple hecho de
dejar pasar los días sin que estos tengan una repercusión sobre uno mismo,
literalmente dejar pasar el tiempo y ver como huye sin que nosotros podamos
alcanzarlo, como arena que se escurre entre los dedos.
Limitarnos
a quejarnos y ahogarnos en hechos pasados y malestares futuros no es una opción
para vivir. Hacer que cada día merezca la pena por algo es lo único que podemos
hacer en el presente.
Sentir
que cada día has avanzado aunque sea un poco con respecto al anterior.
Solo
se vive una vez, tan cierto como repetitivo, tan incierto como que no sabemos
lo que nos ocurrirá mañana.
Haz lo que quieras con tu vida que ella hará lo mismo contigo.
Tras leerte queda esa pregunta en el aire... vida y yo, no somos uno??
ResponderEliminarUn abrazo, compañero.