Nadie sabe hasta qué punto una mirada puede entrar en una persona.
Allí donde se crean las amistades, donde las risas fluyen y las tardes se vuelven noche.
Donde tu música se convierte en recuerdos y tus recuerdos, en un aire de añoranza plasmado en el presente.
Nadie sabe lo que un momento y una persona pueden representar en tu futuro.
Allí, en una noche de bares.
Donde las penas se gritan a pulmón.
Donde se brinda por la pérdida y el dolor.
Donde la locura se vuelve humana y los desconocidos, camaradas.
Todos los problemas se resuelven en la barra.
Entre borrachos y camareros jóvenes estudiantes y obreros,
Viejos con historias pasadas.
Las personas se conocen, los presentes se juntan por un momento o toda una vida,
un recuerdo, un instante, una sonrisa.
Nadie sabe hasta qué punto una mirada puede entrar en una persona.
Allí, en una noche de bares.
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