Los
olores de tierras lejanas,
los
pies doloridos, las piernas cansadas.
Recuerdos
que quedaron en eso,
solo
sueños de algo que fue cierto,
la base
es la misma, distinto el resto.
El
tiempo lo cambio nada es eterno.
El bar
de siempre se convirtió en terreno
de un
solar donde no quedan restos,
de todo
lo que allí se vivió, se bebió, cuántos te quieros,
de
noches en las que el alcohol hablaba por uno, hablando en serio,
para
olvidarlos a la mañana siguiente entre resacas y huecos.
La
calle más abandonada,
solo hay
coches donde antes se jugaba,
en la
esquina donde fue mi primer beso
ahora
hay contenedores y mean los perros.
La
panadera ya murió, el local quedo desierto,
junto
con sus olores del trabajo hecho.
Miles
de tiendas y cafés nuevos,
no es
el mismo sitio pese a serlo.
No
siento el volver no, no lo siento,
el
paisaje es el mismo y sin embargo el cambio es pleno,
volver
a ese lugar que ya no existe
no es
mejor ni peor pero es triste,
el
cartel de lo que fue me da de pleno.
Quisiera
volver atrás,
a esas
tardes de invierno,
entre
colegas y versos,
pensamientos
de futuro, música, jaleo,
de esa
juventud que sabia vivir
ahora
solo veo recuerdos
pese a
todo soy feliz,
la
ciudad ya no está pero estuvo por un tiempo.
Hermoso trabajo Rendan! Es un placer siempre leerte!
ResponderEliminarme encanta
ResponderEliminarLEERTE