Hoy
me ha pasado de nuevo.
Parálisis
del sueño lo llaman, tres de la mañana, o cuatro, nunca se tiene claro el
tiempo en cuanto al despertarse por la noche se refiere.
Abro
los ojos y me doy cuenta en el acto de
lo que está pasando.
Silencio,
oscuridad y unos músculos que no responden cuando intento incorporarme, no
puedo moverme pese a que se que estoy despierto, los nervios se me saltan en el
acto.
Me
parece oír un ruido a los pies de mi cama, miro desde mi posición y postura
fija y ahí está, ya le había visto otras veces cuando estoy en esta situación,
un viejo chepudo y agachado a los pies de mi cama, intento gritar.
Intento
moverme por todos mis miedos pero solo los parpados me responden, el
sentimiento de nerviosismo se transforma en un instante en terror absoluto,
intento moverme, intento gritar, intento moverme, intento gritar, intento
moverme, el viejo se mueve.
Mi
respiración va en aumento, no puedo parar de mirarle pero desde mi posición no
es más que una sombra que se mueve lentamente, mi imaginación hace el resto, el
viejo, siempre el viejo.
Cierro
los ojos siendo esta la única defensa que me queda, los músculos vuelven a ser míos,
mi cuerpo vuelve a ser mío, me incorporo lo más rápido que puedo.
Estoy
solo, silencio, oscuridad y la tranquilidad de mi cuarto, el viejo se ha ido,
vuelvo a la tranquilidad, vuelvo a dormir, tan pronto como vino se fue, solo
una cama empapada de sudor es testigo de lo ocurrido.
Sé
que le volveré a ver.
Es realmente la síntesis del miedo! Muy buen texto!
ResponderEliminar