E
inevitablemente, un año más acaba de pasar ante nuestros ojos, y en mi caso
nunca mejor dicho ya que cumplo a la par.
Hoy
tras la resaca miro hacia estos últimos 365 días y no puedo evitar alegrarme y
entristecerme a la vez.
Ha
sido un magnifico año, de ello no tengo duda, ha tenido sus más y sus menos,
pero de estos últimos apenas se reconocerlos. Ha sido un año empezado en una
ciudad, continuado en otra y terminado en una tercera muy distinta, un año de
esfuerzo, de asumir que la vida sigue, que los cambios ni son buenos ni son
malos sino que simplemente son.
Un
año que, como todos, no puedo evitar pensar en las personas perdidas, en
agradecer a quienes están a mi alrededor. Un año de estudios y pasárselo bien,
de preocuparse por el futuro, de esforzarse por aprender y disfrutar de cada
momento, un año de volver a mi hogar y notar que siempre es distinto y a la vez
igual, un año de mirar a Madrid, Salamanca, Málaga, Sevilla, Cádiz, Granada, Coruña,
Bruselas, Colonia y muchas más.
Soy
feliz, echo de menos a mucha gente y recuerdo a mucha otra de la que se que no
voy a volver a saber nada, he conocido a quienes ahora considero parte de mi
familia, he dudado y me he preocupado.
En
definitiva he vivido, no sé que me esperará el 2017, ni el 18, ni el 19, de
hecho no tengo ni siquiera prisa por saberlo, de momento ahora voy a tomar algo
con muy buenos amigos y mañana Dios dirá.
Un
abrazo a todos y Feliz Año, la vida sigue y eso siempre esta bien.
La vida sigue, amigo Rendan. No hay que pensar más que en el momento, lo demás ya vendrá.
ResponderEliminarUn abrazo, compañero.