De un
futuro en una granja que en su día pudo ser posible.
Un día
que me recuerda en qué no puedo volver a convertirme,
y qué
personas tengo que evitar,
un día
de rememorar el pasado y aprender de mis errores.
Un día
de asumir que muchos no me ven como más que un gilipollas,
de
asumir que esas personas ya no me conocen o nunca me han conocido,
un día
para repetirse que sin confianza plena nadie va a ninguna parte.
Un día
para evitar que el tiempo haga olvidar,
un día
de haikus perdidos en el viento.
Hoy es
un día de celebración y tristeza,
de felicidad
y recuerdo,
de darse
uno cuenta de la evolución de cada uno.
No me
avergüenzo, soy como soy,
no busco
la pena ni el resentimiento,
no busco
el desaparecer.
Soy feliz,
no pediría nunca nada más que lo que tengo.
Un día
como hoy comenzó Ataraxia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario