No soy
de letras de amor, no me gusta ser ñoñas aunque está más que claro que lo soy,
creo que parte de la personalidad de uno se va cuando conoce a alguien, ese
alguien que de repente pasa a rellenar los vacíos en su cabeza, vacíos que
antes simplemente estaban por estar, ocupados en ocasiones por cosas
innecesarias y estúpidas.
Creo
sinceramente que el romanticismo no es más que una manera bonita de llamar a la
idiotez, y es que en el fondo los románticos por suerte o por desgracia, no
somos más que una panda de idiotas.
Me
levanto como cualquier día
Legañoso
y cansado, sin prisa
Preocupado
por la vida
Los
estudios, mi futuro, mis salidas
A un
mundo lleno de locura
Lleno
de ira
Me
acerco al espejo y allí esta
Una
sonrisa
Que me
hace parecer idiota
No se
quita
El
recuerdo de esa muchacha
que pese
a la distancia me tira
a ser
feliz sin más razón
que la
de su presencia en mis días
en el
desayuno tristeza,
no de
esa mala sino de esa que anhela
momentos
pasados de un año lejano
de esos
desayunos juntos
esas
miradas que hielan.
El
futuro me ciega
No
trato de descubrirlo
Me vale
con la espera
Y el
sueño de volvernos a encontrar
Me
llena
Con
escalofríos que disfruto mientras pueda
Siento
esa brisa
El
recuerdo de tu acento, tu forma de ser
Tu risa
Poco a
poco me convierto en idiota
Nadie
avisa
Los momentos
malos siempre merecerán
Yo un
romántico sin mas
Cansado
de tanta despedida.
Me miro
al espejo y ahí estás…
Es precioso! Y creo que en definitiva,todos somos un poco idiotas! Un abrazo!
ResponderEliminarBendita idiotez que hace que veamos los colores o la vida con más intensidad, aunque luego pierda la misma.
ResponderEliminarUn abrazo compañero.