Cerveza en mano, pitillo en la otra, boli y papel.
Últimamente me estoy acostumbrando a escribir con esta rutina, ya casi nada de lo que escribo es digno de colgarse en este blog, ¿Digno? Bueno mejor dicho no cumple con los requisitos que yo mismo me pongo para ello. De cada entrada aquí colgada hay otros tres o cuatro relatos de opinión y poemas que manchan las páginas de este cuaderno que tengo ahora mismo entre mis manos.
Si ahora me preguntaran qué tal
estoy, diría que no me quejo, el trabajo me lleva casi todo el tiempo del día,
si a ello le unimos el salir a correr, gimnasio, escalada y salir de vez en
cuando a tomarme algo, la semana queda completamente cubierta. Estoy cansado,
me duele todo, pero lo cierto es que estoy a gusto conmigo mismo. A veces hasta
me puedo permitir bajar al Macondo (el bar de debajo de casa) para tener este
tiempo de relax y meditación.
Sigo en contacto con mis viejos
amigos, en esta nueva ciudad he conocido algunos nuevos, el recibimiento nunca
podía haber sido mejor que el que he tenido, pero hay gente que, por muchos
kilómetros haya de por medio, seguirán formando parte de mi vida, esos siete
años en Coruña no se van a borrar así como así.
Los que desaparecieron he de
decir que dudo que me reconocieran ahora, siento que tanto física como
mentalmente he cambiado, ya no soy ese crio debilucho y callado de mi pasado,
para bien o para mal el tiempo pasa y sobre mi ha hecho mella, más pecados a la
espalda escondidos entre la experiencia, los errores y el aprendizaje, no soy
mejor, y me gustaría pensar que tampoco peor, pero sí está claro que diferente.
El correr diariamente hace de mi
mente un espacio limpio de preocupaciones, la escalada me marca una nueva
pasión que no conocía, el gimnasio como siempre en todos estos años me marca
una rutina.
Apuro el cigarro y la cerveza
antes de seguir escribiendo, estoy bien, todo lo ocurrido en estos años ahora
se ve como un sueño, mi presente, aun parece algo irreal a la espera de
acostumbrarme.
Pues yo te animo para que sigas plasmando aquí todo cuanto sientas, por eso nació este blog, mi blog, el de los demás... una ventana o un campo donde corre nuestra tinta.
ResponderEliminarMil besitos, compañero.