viernes, 14 de junio de 2013

Cuerda floja




Paso a paso se fueron acercando el uno al otro.
Pasos lentos pero decididos, con algo de riesgo, pero pasos en los que uno confía por completo,  apoyando todo el peso en unos de los pies descalzos para poder poner el otro por delante estando apenas unos segundos con tan solo un punto de equilibrio.
Los brazos abiertos y estirados para poder mantenerse en la cuerda y poder sentir la libertad y el viento en todos y cada uno de los recovecos del cuerpo, en tensión y a su vez relajado, disfrutando del momento.
Paso tras paso sobre la cuerda floja a demasiados metros del suelo, de la civilización. La vista fija en la cara del contrario, sus gestos, su sonrisa, su confianza. Sintiendo cada instante y la cercanía cada vez mayor, acortando lentamente distancias.
Nadie les molesta, están solos, separados del resto del mundo, separados del bullicio de la calle que hay bajo sus pies, flotando sobre absolutamente todo o nada y con tan solo un objetivo por delante.
Acercarse lentamente, poco a poco, paso a paso, disfrutando del momento.
Solo ellos dos, y la cuerda.

7 comentarios:

  1. Sólo ellos dos y la cuerda. Fíjate que yo me voy por otros derroteros con esta frase. Has conseguido que aguantara el aire hasta el final para no perder el equilibrio.
    Genial, Rendan!!
    Un abrazo.

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  2. Un texto que da vértigo :-)

    Muy bueno, todo lleno de metáforas, en el fondo.

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  3. Debe ser maravilloso confiar de esa manera en uno mismo y en otro.
    Un texto muy bueno.
    Felicidades.

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  4. Confianza total o la muerte.
    Bicos.

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  5. No mires abajo te podes caer y no creo que el asfalto sea blando como el abrazo de una mujer.

    Saludos.

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  6. Muy bueno Rendan, me gusta lo que quiere decir...
    Un beso

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  7. He aquí una obra equilibrista y no sólo en apariencia sino también en pensamiento.

    Un abrazo

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