domingo, 26 de agosto de 2012

Una canción





Oigo una canción y de repente paso a recordar un momento en un lugar, el bar al que íbamos los amigos, unas amistades  que fueron perdiendo fuerza con el paso del tiempo, una persona, o tal vez dos, o tal vez tres.
Paso a recordar momentos de mi vida con aquellas personas, aun sigo en contacto con ellas, o tal vez no. Momentos lejanos, o tal vez no. Momentos olvidados, ojala tal vez no.
Momentos por los que no me paré a pensar hasta el preciso instante en el que esa canción, sin más para muchas personas, hizo que todo volviera a mi mente como en un sueño, un buen sueño, o tal vez no.
Tal vez no por saber que ese sueño no es más que eso, un sueño que no se volverá a hacer realidad. Tal vez no porque esos momentos duelen más que alegran convirtiéndose así en algo parecido a las pesadillas.
¿O tal vez si?, no lo sé. Pero ese dolor es bien recibido con tal de no olvidar. No olvidar a ese grupo de amigos. No olvidar esas noches tocando la guitarra, cantando, haciendo malabares.
Esas noches de “discoteca”, por qué no. Esas noches de cantar a gritos las canciones tan bien conocidas del local sin importar que lo estuvieras haciendo bien o mal. Esas noches de encontrarse a amigos por casualidad y conocer otros nuevos.
Aunque no todo fue noche, sino que la mayor parte de las veces fueron tardes.
Esas tardes en sofás jugando a las cartas, esos paseos sin rumbo por la ciudad de los que tanto me quejaba, esos cafés que se nos olvidaban pagar de vez en cuando en la cafetería más cercana a la plaza donde quedábamos, esos momentos de simple charla con un@ o vari@s amig@s con toda la confianza del mundo, esas quedadas en casa de personas muy cercanas en las que a veces pasábamos la noche entera y otras, simplemente salíamos corriendo por haber hecho algún estropicio.
Oigo una canción que me lleva de repente a un momento determinado en el bar al que solía ir. Pero a su vez ese lugar me recuerda otros lugares y personas a las que he considerado cercanos hasta que el tiempo, y las direcciones que hemos tomado, nos han ido separando.
De algunos se algo, a otros sigo viendo aunque cada vez menos y otros simplemente son recuerdos. Pese a eso, sigo escuchando la canción, sin más para muchas personas, todo un pasado para mí.
O tal vez, solo tal vez…

sábado, 25 de agosto de 2012

domingo, 19 de agosto de 2012

Buceo


Una vuelta hacia atrás y todo el peso de mi equipo pasa a formar parte de mi cuerpo.
El agua esta fría, pero el propio neopreno que me cubre de pies a cabeza hace que no sea ni siquiera una molestia. El chaleco hinchado me mantiene a flote sin necesidad de perder fuerzas en ello, las aletas, pasaran a ser mas tarde la forma de moverme a través del agua.
Me pongo el regulador en la boca pasando inmediatamente a respirar el aire de la botella, empiezo a vaciar el chaleco para iniciar el descenso.
El agua me cubre la cabeza y la máscara  pasa a formar parte de mis ojos dejándome ver un mundo completamente distinto al que conocemos. El descenso se hace lento, lo que me da tiempo a compensar mis oídos para no tener problemas ni incomodidades en y después del proceso.
Una vez alcanzo la profundidad y la flotabilidad correctas, el resto ya es disfrutar de ese mundo y de una gravedad a la que me atrevería de calificar como cero. A mi alrededor, ninguna sujeción, simplemente floto debajo del agua.
Como ruidos exteriores, solo mi respirar a través del regulador, inspiro…  y expiro soltando las burbujas al exterior que van directas a la superficie.
La luz se va atenuando según voy descendiendo. Superficie encima de mi cabeza, y unas rocas llenas de fauna marina bajo ella. Animales extraños, plantas que reaccionan con el tacto, una variedad que no puede igualarse con ningún otro lugar del mundo.
Avanzo lentamente sin pensar en nada, solo disfrutando de la experiencia, tengo tiempo suficiente, no hay prisa, no hay otros pensamientos. Atravieso zonas de rocas, arena, paso al lado de cuevas mientras peces de todo tipo me persiguen o me evitan. Nada parece real debajo del agua y sin embargo, me doy cuenta de que el aire de mi botella me exige que ascienda a la superficie.
Lo hago lentamente, como ya he dicho antes, no hay prisa, no hay preocupaciones.
 Una vez en la superficie vuelvo a hinchar el chaleco y de nuevo, me vuelvo a quedar flotando sin necesidad de esfuerzo. Miro el tiempo que he estado bajo el agua y me sorprendo al ver lo rápido que se me ha pasado todo.
 Empiezo a respirar de nuevo el aire del exterior, me quito la máscara volviendo a ver con claridad. Me subo al barco notando de nuevo todo el peso que en realidad llevaba encima.
Vuelvo a la vida real.

sábado, 18 de agosto de 2012

Frases prestadas- frase 25

"Sin duda hay que perderse para hallar destinos inalcanzables o de lo contrario todo el mundo sabrían donde están."
 Piratas del Caribe

domingo, 12 de agosto de 2012

Ciudad de chabolas (tercera parte)


Las olimpiadas habían acabado, pero la crisis y todos los problemas que había en el país no se dignaron siquiera a reducirse.
Las cosa cada vez iba a peor, durante la época de deporte mundial todo se había olvidado, los pobres seguían allí, los explotados, los sin techo, todos ellos aun estaban en sus respectivos puestos, pero no en la mente de las personas. Ahí solo había competición como si nada malo les fuera a pasar.
El último ataque del gobierno en esos días fue nuevamente la reducción del sueldo de los funcionarios, personas con familia que se habían ganado a base de esfuerzo aquello que en esos momentos les estaban volviendo a robar. Mientras, los políticos seguían obteniendo el mismo dinero a fin de mes, o mejor dicho, aquellos que no quisieran cambiar su ganancia, no lo hacían, ya que para ellos, era optativo.
El resto del pueblo funcionario pasó, sin excepción, a tener todo un sueldo menos, pero la cosa no acabó ahí; la edad de jubilación aumentó al igual que el número de parados a los que se sumaban todos aquellos estudiantes que no tenían oportunidad de encontrar trabajo. Los políticos pasaron de robar pagas extras a participar públicamente en robos de supermercados sin consecuencia alguna, y mientras, ellos viviendo igual que siempre o incluso mejor que nunca.
La familia real, bueno, ellos por lo menos disfrutaron de unas olimpiadas magnificas en las que gastaron una millonada en una seguridad que hubiera sido innecesaria si se hubieran quedado en casa como el resto de españoles.
La princesa, bueno, ella al menos vivía feliz con sus pechos nuevos y otras operaciones para cambiar su físico y aparecer mejor por la tele saludando a los atletas.
El pueblo, bueno, nosotros al menos estaríamos entretenidos con unas olimpiadas que al fin y al cabo, se podrían comparar con los juegos romanos que solo aparecían cuando la mayoría estaba descontenta con la dirección del imperio.
Sonreí por un momento mientras recorría las calles repletas de habitantes, sin hogar al que ir, y de edificios, sin dueño al que recibir. Ahora el pueblo ya no tenía nada que perder, solo había que esperar a que ellos tuvieran todo por proteger.

sábado, 11 de agosto de 2012

Don Limpio




Decidieron limpiar la habitación pero al encontrar un calvo muerto entre la ropa sucia, consideraron que era mejor cambiarse de piso.

domingo, 5 de agosto de 2012

Cinco minutos de placer


Introdujo la mano en la caja de bombones para recoger las migas de chocolate que quedaban. Se las metió en la boca y se arrepintió de no haber disfrutado más aquellos deliciosos sabores.