lunes, 7 de octubre de 2013

El baúl de los recuerdos




Una pelota, un cuaderno, una caja de muñecos, todo ello había formado parte de mi vida y todo ello iba a desaparecer de golpe bajo la escusa de que solo eran trastos que ocupaban un espacio valioso.
La limpieza general en mi familia era fulminante, lo que no se usaba se iba directamente a la basura o se regalaba. Lo que no se lograba a entender era que esos objetos, a los que etiquetaban como meras cosas inútiles, eran algo más que eso.
Una pelota regalada cuando todavía se celebraba la navidad con toda la familia, un cuaderno con los dibujos de cuando era pequeño, unos muñecos con los que me entretenía largas horas inventando todo tipo de historias.
Todas las cosas que el resto veía como inservibles, para mí eran el único puente hacia esos momentos de mi pasado, puente sin el cual esos recuerdos acabarían borrándose de mi memoria como un libro que no se vuelve a leer o una película que no se vuelve a ver.
Puede que  no sirvan para nada y que ocupen espacio necesario, pero eso mismo pasa con los álbumes de fotos que a todos nos gusta guardar y de vez en cuando echar un vistazo.
No puedo evitar tener que deshacerme de ellos, ya que se que en otras manos se le dará mejor uso que el de simples recuerdos, pero hay que reconocer que esas cosas sin aparente valor a plena vista, no son solo objetos.

11 comentarios:

  1. A mí me gusta guardar para recordar. Tengo muñecos que así lo confirman, o mi colección de Mortadelos, la que ahora he retomado y ordenado. Curioso. Es mi yo niño y mi yo actual totalmente unidos.

    Me ha gustado leer esta entrada.
    Un abrazo

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  2. Todos tenemos objetos que nos llevan directos al pasado, la pregunta es ¿Merece la pena almacenarlos pese a no darles un uso en la actualidad?
    Gracias por pasarte por aqui compañero.

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  3. La importancia de las cosas radica en la relación que se tiene con ellas. Me parece genial que haya afecto hacia los jueguetes u objetos que formaron parte de esa etapa importante de nuestra vida, pero dicen, voces más sabias que la mía, que hay que saberse desprender del pasado para vivir más plenamente el presente. Yo en cambio, tengo mis apegos con libros, discos y sobre todo personas.

    Saludos

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    1. Cuanta razon tienes, sobre todo personas, del tema libros con el tema del ebook ahora ya esta perdiendo todo ese sentido, los libros de papel tenian el caracter de recuerdo y apego. Un abrazo compañera.

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  4. Hace poco fue mi cumpleaños. Las amigas me regalaron dos bolsos. Bromeando dije que era una indirecta para deshacerme del que llevo casi constantemente desde el comienzo de año. Algo me dice (no solo el que comience a estar ajado) que debo deshacerme de él. Lo compré uno de mis días más duros. Me ha visto apretar los dientes para no llorar, y ha compartido la risa que regresó.
    Tal vez debo abandonarlo y cerrar etapa, pero... allí, dentro de ese espacio intimo y desordenado, estoy yo.

    Besos.

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  5. Exacto, hay veces que guardas cosas viejas y cochambrosas pero sólo por el valor emocional que tiene. Imprescindibles, parte de tu pasado...

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  6. Guardamos objetos pensando en el por si acaso... otros sin embargo son como tú dices: el único puente al pasado. Acariciar esos objetos y transportarnos, ¿quién no lo hace?
    Un abrazo, Rendan.

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  7. Yo guardo muchos objetos. Creo que soy como un ratoncito que acumula toda clase de objetos, sean preciosos o no.

    UN abrazo.

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  8. Es una buena reflexión, realmente! Sin embargo,he de decir,que yo aprendí de golpe a deshacerme de las cosas,cuando no me quedó más remedio que hacerlo al irme a vivir a otro país...elegir lo que para mi era imprescindible,fue tan doloroso como un aprendizaje marcado a fuego...pero,a la vez,me enseñó,que realmente lo importante uno lo lleva para siempre dentro de uno mismo!

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  9. La frontera entre objetos y fetiches es difícil de hacer, pero no está de más abandonar las cosas de vez en cuando.
    Buen texto.
    Cosas de internet y círculos comunes que me han traído a tu casa y por aquí me quedo. Me gusta lo que leo
    Iinvitado quedas a mi blog:
    Y quédate por allí si algo te emociona.
    Abrazos, te sigo.

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