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¿Te das cuenta de esos
despertares en los que eres consciente de no estar despierto? Fuera hace frio,
lo puedes notar en la parte de tu cara que no toca la almohada pero aun así, te
sientes a gusto envuelto entre las mantas sin llegar a pasar calor.
Has encontrado la postura
perfecta, tus músculos están totalmente relajados tras una noche de descanso y
no quieres mover un solo dedo por miedo a perder esa sensación de comodidad.
Tu respiración, lenta, con un
movimiento acompasado apenas perceptible.
Te estás enterando de todo esto,
no se puede decir que estés dormido, pero por tu mente vuela un sueño tan cálido
como todo lo que te rodea, y tan real para ti, como las mantas que te abrazan y
te pesan inmovilizándote por completo.
Un sueño que se mezcla con la
realidad, un sueño cuyo decorado es esa misma cama, todo ocurre entre esas
paredes, nada sale de esa habitación.
Debido a tu estado de
semiinconsciencia vas a recordar todo lo ocurrido, al pie de la letra. Sonríes
y disfrutas de cada segundo sabiendo que en poco tiempo todo eso va a
finalizar. Abres los ojos lentamente, no hay prisa, despiertas del todo, sin
apenas esfuerzo, tus ojos no te pesan y tus extremidades no están entumecidas
como ocurriría con cualquier otro despertar.
Repasas, repasas todo lo ocurrido en los momentos anteriores,
te levantas con un humor raro a esas horas, sabiendo, no, estando seguro de que
ese día, va a ser un gran día.
Fotografia de:Pablo Sanchez- http://www.flickr.com/photos/76276669@N07/10654154715/
Fotografia de:Pablo Sanchez- http://www.flickr.com/photos/76276669@N07/10654154715/
ah..me ha encantado tooooooda la lenta y pausada descripción de este despertar..sin duda, has logrado hacernos sentir esa especie de letargo feliz y relajado!
ResponderEliminarGracias Luna, simplemente un dia me desperté asi y queria compartirlo.
EliminarMagnifica recreación de esos momentos, que deseamos prolongar, suspendidos entre sueño y realidad.
ResponderEliminar¡Cómo imantan las sabanas algunas veces!
Enhorabuena por este texto.
Abrazos.
Muchas gracias Angela.
ResponderEliminarGenial despertar. Pero parecen de fin de semana, los de entre diario no son precisamente tan positivos...jajaja. Un abrazo.
ResponderEliminarYo es que tengo turno de tarde a si que las mañanas las tengo libres jaja.
EliminarUn abrazo compañera
Esas mañanas en las que eternizamos el momento de empezar el día, saboreando el instante.
ResponderEliminarBien detallado cada paso hasta que nos sacudimos el sueño del todo.
Un abrazo, Rendan.
Ojala todos los despertares fueran asi, pero si lo fueran a lo mejor no serian tan especiales. Un abrazo compañera.
EliminarDescribes muy bien esas sensaciones que a duermevela experimento cada mañana entre el calor de las sábanas y el sonido impertinente del despertador.....cuando me levanto a las seis!!!!!....todo un reto levantarse..Un abrazo.
ResponderEliminarGracias compañero, desde luego todo un reto levantarse, yo no podria.
EliminarYa es un gran día desde que sabes de ti. Me ha gustado tu reflexión, Rendan.
ResponderEliminarY hasta siento ganas de tirarme otro rato en mi cama.
Saludos y que tengas una buena semana.
Hay dias en los que mejor no saber de uno mismo. Un abrazo compañera.
EliminarQué placer! El descanso y la comodidad juntos...
ResponderEliminarMe ha gustado, el comienzo me resulta lo mejor, con sus descripciones transmite realidad: y sueño.
Gracias por tus palabras en mi última entrada.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario amigo!
ResponderEliminarExcelente narración,amigo; la reconozco porqué he sentido alguna que otra vez esto que expresas, y a decir verdad que si, como puede cambiar un día nada más empieza. Muy bueno.
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