Soy de
los que responden al viejo dicho que dice, “defiende lo que es tuyo y por favor, no
toques los cojones”
El mundo tiene muchas cosas
maravillosas, muchas fronteras en las que luchar y muy pocos años para el
disfrute.
Muchos libros e historias que leer,
mucha música que sentir, muchos labios que besar y cuerpos que abrazar. Ninguna
guerra que no sea la tuya merece la pena, yo elijo mis propias guerras nadie
más.
Las banderas no me representan,
ni las opiniones ajenas, mi género, orientación sexual, color de piel o
religión. Yo soy simplemente yo.
No me importa tu
hipersensibilidad al igual que mi opinión no debería importarte, pero la tengo,
la diga o no.
No me digas como tengo que ser,
no me juzgues por no opinar igual, me importa una mierda.
Soy del viejo dicho que dice
“Que me traigan palomitas para ver como se pegan los gilipollas”
No tengo ninguna verdad
absoluta, solo mi verdad, un gris de entre los muchos existentes a los que se
hacen oídos sordos y en ocasiones se ilegalizan.
Lo único que me permite la libertad es poder dar la opinión
personal de las cosas.
¿Somos actualmente libres?
Nunca fuimos libres, aunque nos enseñan a creer que lo somos para evitar que nos quejemos.
ResponderEliminarSaludos,
J.