Una vuelta hacia atrás y todo el peso de mi equipo pasa a
formar parte de mi cuerpo.
El agua esta fría, pero el propio neopreno que me cubre de
pies a cabeza hace que no sea ni siquiera una molestia. El chaleco hinchado me
mantiene a flote sin necesidad de perder fuerzas en ello, las aletas, pasaran a
ser mas tarde la forma de moverme a través del agua.
Me pongo el regulador en la boca pasando inmediatamente a
respirar el aire de la botella, empiezo a vaciar el chaleco para iniciar el
descenso.
El agua me cubre la cabeza y la máscara pasa a formar parte de mis ojos dejándome ver
un mundo completamente distinto al que conocemos. El descenso se hace lento, lo
que me da tiempo a compensar mis oídos para no tener problemas ni incomodidades
en y después del proceso.
Una vez alcanzo la profundidad y la flotabilidad correctas,
el resto ya es disfrutar de ese mundo y de una gravedad a la que me atrevería
de calificar como cero. A mi alrededor, ninguna sujeción, simplemente floto debajo
del agua.
Como ruidos exteriores, solo mi respirar a través del
regulador, inspiro… y expiro soltando
las burbujas al exterior que van directas a la superficie.
La luz se va atenuando según voy descendiendo. Superficie
encima de mi cabeza, y unas rocas llenas de fauna marina bajo ella. Animales
extraños, plantas que reaccionan con el tacto, una variedad que no puede
igualarse con ningún otro lugar del mundo.
Avanzo lentamente sin pensar en nada, solo disfrutando de la
experiencia, tengo tiempo suficiente, no hay prisa, no hay otros pensamientos. Atravieso
zonas de rocas, arena, paso al lado de cuevas mientras peces de todo tipo me
persiguen o me evitan. Nada parece real debajo del agua y sin embargo, me doy
cuenta de que el aire de mi botella me exige que ascienda a la superficie.
Lo hago lentamente, como ya he dicho antes, no hay prisa, no
hay preocupaciones.
Una vez en la superficie
vuelvo a hinchar el chaleco y de nuevo, me vuelvo a quedar flotando sin
necesidad de esfuerzo. Miro el tiempo que he estado bajo el agua y me sorprendo
al ver lo rápido que se me ha pasado todo.
Empiezo a respirar de
nuevo el aire del exterior, me quito la máscara volviendo a ver con claridad. Me
subo al barco notando de nuevo todo el peso que en realidad llevaba encima.
Vuelvo a la vida real.
Qué bien has descrito una inmersión!!! La viví a tu par...
ResponderEliminarAmo bucear, siento que es de las mejores sensaciones que experimenté en mi vida, eso de escuchar tu respiración, y de poder estar un ratito en un mundo prestado, que es tan diferente e interesante. Me encanta!
¿En qué sitios buceaste?
Cómo me gustó tu post! Ahora me quiero ir a bucear YA!
Un saludo
En la playa de Almuñecar (Granada) aunque ando mirando ahora centros de buceo en A coruña
ResponderEliminarEn España buceé en Calpe y en Jávea. No es un buceo tampoco muy interesante, pero está bien, ya es que solo bucear mola. Lo que me partió la cabeza fue que tuve la suerte de bucear en una de las islas de Indonesia (Gili Air), y vamos!, espectacular, una experiencia increíble. Hay de todo bajo el agua, es realmente alucinante!!!
ResponderEliminarOjalá algún día tengas la posibilidad de ir. Me dijeron que el Mar Rojo está muy bien... Bueno, estará lleno de sitios geniales.
Un beso
Pues nada, si alguna vez te decides a bucear en la Coruña ya sabes a quien avisar.
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