lunes, 1 de octubre de 2012

Niebla



Miró hacia… bueno, la verdad es que no sabía cómo llamarlo pero aun así su sorpresa ante tal grandiosidad y belleza hizo que se le parara el corazón.
Era bello, lo más bonito que un hombre podía ver, en eso no cabía duda, pero sin embargo, había algo mas, sentimiento, aquello por lo que no podía dejar de ver aquel “paisaje en niebla”, aquel gran espacio que le hacía sentir insignificante cortándole el aliento. Podía oír la música de las hojas entrechocar debido a la acción del viento, las piedras rodar y caer por el precipicio, las olas romperse contra los acantilados.
El olor a aire puro, ¿A qué olía? No lo sabía con claridad pero sin embargo allí estaba aquel olor asociado al frio de primera hora de una mañana con niebla.
Niebla que en esos momentos no le dejaba ver más allá de unos metros de donde estaba situado, pero eso no le quitaba la sensación que  le había provocado ese lugar.
En su piel, las gotas de rocío mezcladas con el sudor le refrescaban la larga caminata que había hecho para alcanzar esas alturas lejos de la civilización y de cualquier cosa hecha por el hombre.
Cerró los ojos no sin esfuerzo por separar la vista de todo aquello e intentó volver a notar su presencia en el mundo.
Nada importaba, nada podía pasar para que le quitaran ese momento, solo existía la niebla y lo demás, eran cosas secundarias.

7 comentarios:

  1. El ser y sus abismos. Encontrar la paz entre la niebla. Impresionante imagen, grandes pensamientos.
    SALUDos

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  2. La niebla pertenece a la naturaleza, por lo tanto también cuenta a la hora de hacer comunión con la misma.
    Besos

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  3. Gracias a los dos, ahora mismo ando sin iternet en casa y uno se siente bien al entrar y encontrarse con estos comentarios. Un abrazo.

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  4. El protagonista parece como si quisiera perderse entre la niebla y la inmensidad del océano.
    Bonita exposición de la mezcla de sentimientos y la naturaleza.
    Saludos.

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  5. Ey, "principiante", esto es muy bueno, si señor. Quizas lo hermoso de "esa" niebla es que aisla al personaje de lo que no quiere ver, o lo que esta harto de ver...lo peligroso de la niebla es acostumbrarse...y los precipicios :)
    Un abrazo, Rendan.

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  6. Gracias castelo, y si tambien son peligrosos los precipicios, aunque a veces te entren ganas de dar el paso.
    Un abrazo

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