martes, 7 de mayo de 2013

Tirando que no es poco

Tengo un problema. ¿No habéis sentido nunca una pasión tal por algo que te interfiere en los demás quehaceres de tu vida?
No estoy hablando del amor que puede sentir alguien por una persona aunque, dentro de lo que cabe, este también puede afectarte a la hora de concentrarte para una labor. No, me refiero al gusto por hacer algo determinado, el disfrutar con esa actividad por la que llegas a pensar que has nacido,  aquello en lo que no paras de pensar día a día sin poder evitarlo.
Se te puede dar mejor o peor, eso no importa, el hecho es lo que sientes al hacerlo, el ver pasar las horas ante tus ojos sin apenas enterarte, el llamarlo hobby y no sentirte realizado con ello, el no estar cómodo haciendo otra cosa y, a cambio, sentirte en tu salsa en ese ambiente, el aprovechar el mínimo tiempo libre para practicarlo, el llegar a pensar “Ojala pudiera vivir de ello”.
Tengo un problema. ¿No habéis sentido nunca una pasión tal por algo que te interfiere en los demás quehaceres de tu vida? ¿No habéis pensado que realmente es al contrario y son los quehaceres los que interrumpen tu pasión? ¿No habéis abierto los ojos de repente y habéis visto la realidad?
Esa realidad que te dice que para sobrevivir tienes que tener un trabajo, dinero, casa, una familia y… nada de tiempo para disfrutarlo. Esa realidad de la que hasta yo estoy de acuerdo en la que para sobrevivir tienes que dejar a un lado tu pasión para hacer todo lo necesario para seguir tirando,  que no es poco.

10 comentarios:

  1. Tenemos un problema, amigo!!!
    Acertada reflexión, Rendan.
    Besos.

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  2. Ya te digo...claro que tenemos pasiones incontrolables que nos hacen perder el sentido del tiempo. Y gracias a esas pasiones nos levantamos día tras día. Que no decaigan!

    Un abrazo.

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  3. Yo no lo llamaría problema, el problema es más bien no saber aceptarlo y convivir con ello.
    Y si hay algo que te apasiona tanto que no puedes concebir una vida sin ello y si crees que serás más feliz siendo pobre como una rata y dedicándote a lo que te gusta que haciendo lo que la sociedad considera correcto, es lo que deberías hacer. O si no aprender a disfrutar con lo que te ha tocado.
    Lo bueno es que puedes elegir :)

    Un saludo!

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  4. A mí me ha pasado muchas veces, con diversas actividades, hasta el punto de obsesionarme un poquito. A veces son sólo fiebres, otras verdaderas vocaciones.

    Un abrazo

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  5. aaay! y vaya problema!! en nuestros tiempos parece una locura hablar de supervivencia, pero si vemos con detenimiento, eso es lo que hacemos la mayoría, sobrevivir sin vivir para hacer lo que realmente nos hace sentir nosotros.

    Saludos.

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  6. El problema es cuando no puedes dedicarte a esa pasión, entonces te frustras y jode bastante.
    Por cierto...¿qué pasión es esa?... ains que curiosidad tengo por saberla...

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  7. Sufro tu mismo mal. Intento adaptarme a las horas de trabajo, a las familiares, hurgarme para hacer aquello que se espera de mi, pero mi mente vuela, imagina y, en ese espacio nuestro que intento atrapar en palabras, soy feliz.

    Besos.

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  8. No sabés lo bien que te entiendo, mucho más de lo que me gustaría.
    Te iba a decir algo parecido a lo que te dice Ana, por lo menos hacer de esas pasiones nuestro motorcito diario, agarrarse de ellas con uñas y dientes, y quién te dice, a lo mejor, algún día... No hay que dejar de soñar que un día el hobby puede ser el día a día, me parece...
    Un beso, y si te sirve de algo creo que lo que te pasa nos pasa a todos, o a muchos

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  9. Ancestral y filosófica reflexión que ya hacían los filósofos romanos con los conceptos de " Otium " y " negotium ".Cierta es que el dinero es un simple medio y no un fin que determine nuestro vivir..ya lo decía Aristóteles.Un abrazo.

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  10. Hay tiempo para todo. Piensa que tenemos toda una vida por delante, que no hay que "comerse" el mundo en un solo bocado, que hay que saborear el presente porque también pasa y no vuelve. Y llega otra etapa y podrás hacer otras cosas y así durante toda la vida. Y si me permites un consejo adquirido por la experiencia es que si eres paciente todo llega.

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