Tres cosas perdidas; salud, dinero y amor. Eso sería lo más básico
de lo básico, todos buscamos esos tres principios.
Las llaves, el móvil, la cartera,
¿Quién no ha buscado estas cosas justo en el momento en el que más prisa se
tiene por salir de casa?
Un trabajo, una casa, una vida ya
solucionada, aunque esta búsqueda esta a la orden del día, tampoco me parece
algo por lo que merece la pena escribir.
Un sueño.
Los tres principios de un sueño.
Dacota nació con todo ya
solucionado, en una familia en la que el dinero era el menor de los problemas,
su vida se reducía a triunfar en los
estudios, más por el simple hecho de no defraudar a nadie que por la necesidad
de una preparación, previa a un empleo que fuera su fuente de ingresos.
Su aspecto físico sobresalía al
de cualquier chica de su edad, era guapa de cara y más que sexi de cuerpo, no
le costaría encontrar un hombre que la quisiera tal y como es, pero hasta entonces, se conformaba con los
ligues de una noche que obtenía con tan solo chasquear los dedos.
En temas de salud aun era
demasiado joven para preocuparse pero, basándose en el buen estado de sus
abuelos, no iba a tener grandes males, por parte de su genética al menos.
Dacota se despertaba, desayunaba,
iba a clase, comía, estudiaba, salía con los amigos y se iba a dormir
tumbándose en una cama con la que el resto de los mortales solo podemos soñar.
Al día siguiente, se despertaba, desayunaba, iba a clase, comía, estudiaba,
salía con los amigos, se iba a dormir y vuelta a empezar.
En su cabeza no cabían razones
para preocupaciones, no había razones
para estar triste, no había razones para quejarse de nada pero aun así, notaba
que ella no era feliz, le faltaba algo, no terminaba de estar a gusto con esa
vida monótona y aburrida.
En ocasiones, soñaba con que era otra persona
totalmente distinta, que había nacido en un ambiente de necesidad, y sobre el
tema de su físico, bueno, no sobrepasaba a la media. Soñaba que tenía que
trabajar para poder estudiar y que, por ello, esos estudios de los que tanto
reprochaba despierta, se convertían en todo un tesoro dormida, soñaba con que
un chico la besaba, solo un chico, pero aun así, ese beso era sincero en
sentimiento y no algo meramente material.
Soñaba que todo lo que conseguía
lo conseguía de su propio esfuerzo, se lo ganaba ella y no se lo daban
regalado. Soñaba que cada día era una lucha constante por sobrevivir en aquel
mundo que era de todo menos perfecto, y aquello le gustaba.
Dacota ese día despertó, no solo
de su estado de somnolencia, sino de la ceguera a la que se había acostumbrado
desde su nacimiento. Desayunó, preparó
su mochila y salió por la puerta de su casa muy consciente de que no volvería a
atravesarla. Había encontrado lo que durante tanto tiempo había estado
buscando. Los tres principios de su sueño.
Tenerlo
Arriesgarse
Y esforzarse por conseguirlo.
Me encantra :)
ResponderEliminarAcabo de leer una frase de Frida Kahlo que me recuerda ahora esto que leo de tí..
ResponderEliminarPIES PARA QUÉ OS QUIERO,SI TENGO ALAS PARA VOLAR?
me encantó tu texto!
Esa misma frase la puse en su dia en mi sección de "Frases prestadas" me encanta, gracias por recordarmela aqui. Un abrazo compañera.
EliminarDacota la soñadora..., hay que ir a por ellos, los sueños no vienen solos. Una entrada impecable dando pie a reflexionar sobre cuáles son nuestras tres cosas importantes en la vida. Genial, Rendan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias compañera, me gusta como suena eso de "Dacota la soñadora" jaja, un abrazo Aurora.
EliminarUna inversión de los sueños y de la vida. Arriesgar lo que se tiene por nacimiento...incluyendo el ¿sueño? no me queda muy claro si para poder tener un sueño tienes que renunciar a tu vida. Es extremo, siendo que ella era feliz y lo tenía todo pero soñaba con otra vida como el resto de los mortales lo hacemos. Lo importante es perseguir tus sueños.
ResponderEliminarAbrazos.
Esta claro que es un caso extremo Beatriz, ella solo quiere sentir que lo que hace lo hace para algo, y no por mero pasatiempo, quiere sentir la vida con sus cosas buenas y sus cosas malas, y no pasar por ella como si nada.Que lo ganado con esfuerzo tenga un valor importante. Se que es un caso extremo, pero es con los casos extremos cuando se ven mejor las cosas que se quieren explicar, dudo mucho que en la realidad alguien en su sano juicio hiciera eso. Un abrazo compañera y gracias por plantar aqui tus dudas.
EliminarPues ole por Dacota y su tesón! Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por pasarte por aqui compañera y tomarte un tiempo en leerme.
EliminarEso es vivir.
ResponderEliminarUna hermosa historia, llena de contenido.
Abrazos.
Perseguir los sueños no sin esfuerzo, ya que si no costaran no serian sueños. Un abrazo
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