martes, 7 de octubre de 2014

Reencuentro


  Habían pasado cosa de seis años y allí estaban, uno enfrente del otro como si de un capricho del destino se tratara.

Dacota seguía tal cual la recordaba, con unos años encima que le daban un aire adulto que él no había conocido, pero eso no hacía más que mejorar su presencia.

Se miraron sin atreverse a acortar la distancia entre ellos, parados en mitad de la calle en la misma postura en que se habían encontrado, totalmente petrificados a apenas unos metros.

Oriol dio unos pasos hacia ella, lentamente,  como si tuviera miedo a espantarla al mínimo movimiento brusco.

Todos los sentimientos enterrados de una época pasada afloraron de nuevo con un miedo incoherente al rechazo. Por ella había vivido, amado y sufrido como nunca hasta el momento, había tardado muchísimo tiempo en recomponerse de aquello y sin embargo, ahí la volvía a tener.

Dacota sonrió, él hizo lo mismo.

Acercó la mano acariciándole la cara tapada por una barba desconocida, Oriol cerró los ojos disfrutando de cada momento.

La invitó a un café para ponerse al día, ella aceptó.

Su conversación se limitó en un principio, a describir sus vidas actuales.

Ella ya por fin médico en un hospital, él cumplió su sueño de sacarse unas oposiciones que nada tenían que ver con su carrera.

Disfrutaron de cada gesto echado de menos del otro. Esas pequeñas cosas totalmente invisibles para el resto salvo para ellos.

Nada había cambiado y sin embargo nada era igual, los años, los trabajos, las vidas tan distintas a las que tenían entonces…

Pasaron horas en compañía recordando aquellos tiempos en los que eran otros, riéndose y llorando de cada cosa, resumiendo aquellos seis años en una sola tarde.

Ella miró el reloj y él pagó la cuenta.

Salieron del bar y tras un fuerte abrazo, se separaron no sin antes prometerse el volverse a ver pese a que los dos sabían que no iba a ser así.

Ella volvió a casa con su novio de aquel momento, él volvió a su apartamento en el que le esperaba la vida a la que ya estaba acostumbrado.

La herida ya estaba cerrada, los dos eran felices con lo que tenían, pero aquella tarde soñaron con seis años muy distintos a la realidad.

Con un futuro ya presente en el que los dos seguian juntos.


4 comentarios:

  1. Me encantan las historias,donde los círculos se cierran a pesar del tiempo que ha pasado..es una manera de hacer las paces con la vida!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca se sabe cuando se cerrará el circulo con la otra persona pero si cuando eso ya te deja de importar y pasa a ser algo del pasado. Un abrazo compañera.

      Eliminar
  2. A veces es necesario reencontrarse con el pasado para comprobar que el presente está bien.
    Un abrazo, Rendan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es en ese momento cuando te das cuenta de que los errores cometidos hicieron de ti lo que eres ahora. Un abrazo Aurora.

      Eliminar