domingo, 9 de noviembre de 2014

Dolor


Incomprensión.

Eso es lo que mata, no el final, sino el no saber qué ocurrió, no saber qué falló, no saber por qué cambió, por qué fue capaz de lo que fue capaz.

Incomprensión al no entender como una persona puede cambiar y convertirse en otra muy distinta.

Incomprensión de como alguien puede librarse con tanta facilidad de algo tan importante, de alguien importante.

Incomprensión de ver como no le importa lo ocurrido, como no se arrepiente de nada, como busca cualquier escusa o como simplemente no afronta el problema y desaparece de su vida, vida compartida hasta el momento.

Incomprensión de ver lo fácil que le ha resultado pasar página, lo fácil que le ha resultado joderlo todo, lo fácil que le ha resultado coger las maletas y largarse sin decir adiós.

Incomprensión de ver que no hubo fallo, de la cumbre al subsuelo por tomar una decisión muy a sabiendas de la traición que eso significaba.

¿Fue todo verdad? ¿Fue mentira? ¿Un sueño acabado en pesadilla?

Desapareció habiendo destrozado una vida sin mirar atrás, sin preocuparle los restos, sin molestarse en solucionarlo, simplemente desapareció y “ojos que no ven…”

¿Si quieres realmente a alguien eres capaz de hacerla sufrir hasta el extremo y no darle importancia a los hechos?

3 comentarios:

  1. Incomprensible, es cierto. Cómo cambiamos las personas, cómo lo que un día era perfecto... al otro está lleno de defectos. Incomprensible cuando nos dicen que por amor se alejan, para no hacernos daño. Por qué??? Si yo te quiero cerca. Incomprensible el mundo del amor, Rendan.
    Un abrazo, amigo.

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  2. Es una reflexión que nos deja un aire desazonador,donde a veces las cosas y las personas no son lo que parecen...o quizás,es que nunca las conocimos? Muy bueno tu texto.

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  3. Egoísmo y desamor, ponerle un punto final, y dejarle los puntos suspensivos a quien queda en el dolor, el mal sabor, la incógnita, la rabia de ver que aquello nunca fué lo que parecía. No queda mas que seguir adelante y aprender lecciones. Un abrazo Rendan! Me ha gustado esta reflexión.

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