jueves, 10 de mayo de 2018

Gilipollas sin remedio



Me dijeron que no jugara con fuego y me acabe quemando.

Me advirtieron del peligro de los mecheros,

 pero no de la gente que los usa y creen que no es más que un juego el decidir despreciando al resto.

Ni  del ego que les controla en momentos que toca ser sincero.

No me dijeron de la gente que al creerse más que el resto, tratan de obligarles a pensar como ellos.

Que el mundo está lleno de viejos que buscan seguir siendo lo que fueron por todos los medios,

 aunque estén equivocados,

 aunque el tiempo les haya dejado en su lugar…

siguen ciegos.

Y no es cierto,

 no es cierto que más vale mal conocido que bueno por conocer,

que los ideales  valen más que el propio pueblo que nada tiene que ver,

por más que calle y asuma una situación injusta sin remedio.

Jugué sin intención de perder y me acabe quemando de personas que imponen como si fueran dios,

como si su palabra fuera ley, lo único cierto.

De que me crean un mierdecilla sin valor y las leyes les apoyen quitándome esos derechos que dicen que tengo,

pero que a la hora de la verdad solo son un mito, mareos.

El tiempo pasara y los abuelos darán paso a los nietos,

 los reyes caerán y acaban bajo la tierra junto a los muertos,

los profesores cabrones descubrirán que no eran más que insectos,

los políticos inútiles que volaron como el viento viendo que todos tenían razón en unas cosas y en otras mintieron,

que la derecha y la izquierda no son las únicas decisiones a tomar, esta vida no solo son blancos y negros.

Yo me acabaré pelando y del quemado acabara saliendo nueva piel que me recordara a aquellos que me encendieron,

 los que en su día se creyeron importantes en realidad solo fueron, con todo el respeto del mundo, gilipollas sin remedio.

1 comentario:

  1. Tantas cosas en las que creemos no son ciertas y, sin embargo, vidas, sociedades, mundos enteros, se construyen a partir de cimientos semejantes...

    Suerte,

    J.

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