miércoles, 8 de agosto de 2018

Mi maldición





Recuerdo muy bien mis recuerdos casi como si de un video se tratara,
recuerdo los sonidos, recuerdo las personas, sus formas de expresarse,
sus gestos.
Recuerdo cada palabra de la conversación más simple, la forma en la que estas fueron dichas,
los acentos.
Recuerdo todos los momentos que pasé con una persona, los malos y los buenos,
con la mayor calidad que la pantalla me permite,
mi pensamiento.

Puedo visitar todos los archivos sin quererlo,
todos los ficheros de mis sentimientos,
tengo una biblioteca entera de libros acumulados que se van abriendo ante mí sin mi permiso, sin tener en cuenta lo que necesito o quiero,
el deseo.

Mi cabeza da vueltas sobre la imagen,
con las letras y los números tal vez no sea bueno pero mi cerebro,
no tiene problemas con el recuerdo.

Recuerdo todo con demasiada nitidez,
como una película, como si lo estuviera viviendo en ese momento.
Mi maldicion de pensar que se activa sin remedio,
mi biblioteca particular que no para de aumentar
y aunque quiera hacer hueco tratando de olvidar no puedo.
Y aquí estoy una vez más a las tres de la mañana no dejando de pensar,
viendo imágenes sin parar en mi cerebro,
no durmiendo, escribiendo para que al menos esos cuentos se pasen al papel con el deseo de dejarlos pasar y no volver a verlos.

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