miércoles, 14 de noviembre de 2012

Una persona, un lugar.



Para cada persona hay un lugar en este mundo.
Un lugar en el que poder sentirse cómodo alrededor de gente parecida, un lugar donde sentirse identificado, donde uno no destaca ni es considerado raro por ser uno mismo.
Un lugar donde no hay que preocuparse por lo que piensen los demás, un lugar del cual no poderse separar sin sentir algo en el estomago que provoque que lo eches de menos.
Un lugar en el cual ser feliz con tan solo vivir en él por muy mal que lo estés pasando.
La persona que lo encuentra sabe casi de inmediato que es ese, y no puede imaginarse otro mejor ni mejor habitante que los que hay ahí.
El lugar puede ser el más bonito o el más feo que puede existir sobre la tierra, puede tener mar o ser de interior, que haga frio o mucho calor. No el hecho de que tenga un paisaje maravilloso lo hace tuyo,  lo que importa son tus sentimientos hacia él.
No es simple gusto o aprecio por el sitio, es directamente una confirmación de que ese es tú lugar en el mundo, tu lugar en este planeta tan distinto según su punto de vista.
Aun no lo he encontrado pero cada noche sueño con él, sueño con poder encajar en ese puzle en el cual solo soy una pieza perdida, sueño con poder vivir en él.

2 comentarios:

  1. Me encanta tu reflexión. Así es exactamente ese lugar, el que todos buscamos, nada extraordinario, sino personal, con el que nos sintamos identificados.
    Lo encontrarás, o lo encontraremos. El tiempo lo dirá.
    Un saludo.

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