viernes, 5 de septiembre de 2014

Cartas desde la lejanía



Querida Dacota,

Podría habernos separado la distancia que la guerra nos puso de por medio, me llamaron a filas y tuve que acudir, no por la ideología o patriotismo, sino porque si no me alistaba a este juego de poderosos, unos barrotes se pondrían de por medio de todos modos.

Podría habernos separado esos meses sin hablar, esos momentos en los que ni tan siquiera sabias si seguía vivo.

Podría habernos separado esos celos que acudían a mí cada vez que pensaba que pasabas las tardes con otros soldados dando paseos por esa ciudad que tanto añoro.

Podría habernos separado el hecho de no querer sentir en la boca de mi estomago esa añoranza y deseo de estar a tu lado.

El pensar que ahora otros formaban parte de tu vida cuando yo no soy más que unas letras manchando este papel.
El no tener tan siquiera claro si existe un futuro juntos.

Podría habernos separado muchas cosas pero todas ellas no serian más que escusas por miedo a decir que ya no nos queda amor. Por miedo a decir que ya no te quería lo suficiente como para soportar todo eso, por miedo a decir que lo nuestro no merecía la pena.

La pena es que no nos separe ninguna escusa, eso haría más fácil este momento.

La pena es que la guerra no nos haya puesto solo distancia de por medio.

La pena es poder confirmarte que en apenas unas horas ya no seguiré vivo.

Sueño con que volvamos a vernos, pero sé que es mejor que sigas con tu vida, pases página y en algún momento vuelvas a ser feliz.

Siento no haber vuelto como te prometí, pero la vida me tenia destinado otros planes.
Siempre tuyo, no lo dudes nunca.

Un soldado enamorado.


4 comentarios:

  1. Ahhh qué preciosidad..un texto emotivo,sensible,lleno de poesía! Como teñido de ese particular color sepia,de las imagenes del recuerdo.. Hermoso.

    ResponderEliminar
  2. <3 Hermosa carta, que ademas de profesarle todo su amor, la marca por siempre.,ay el amor, el amor! Un abrazo...!

    ResponderEliminar
  3. El corazón en cada palabra. Aceptar lo inevitable y sobre todo la rabia y el dolor de la situación. Me ha encantado la forma tan dulce de dirigirse a su amada. Precioso!!
    Besos, Rendan.

    ResponderEliminar