miércoles, 11 de febrero de 2015

Madrid


Hay que reconocer que es una ciudad mágica, repleta de recuerdos buenos aunque ahora me generen tristeza.

Repleta de culturas, arte, museos, belleza, no una ciudad para habitar pero si una ciudad para vivir.

Cada vez que la recuerdo me saca la sonrisa de la cara y una lagrima me recorre la mejilla.

Recuerdo un libro de Zafón, “Marina”, en el que el protagonista al final, decide no volver a la ciudad que le crió por el simple hecho de no destruir los recuerdos que tenia de ella. Asumimos que todo cambia con el tiempo, pero eso no hace que sea más fácil el proceso de cambio.

Los lugares sufren una evolución continua que hacen que dejen de ser aquello que conocíamos.

Creo que, como el protagonista de esa historia, es mejor dejar las cosas tal cual las recordamos manteniendo así vivas esas experiencias de un lugar que ya no es el mismo.

Madrid, la ciudad de mis recuerdos, aquella a la que le guardo un cariño especial y a la que aun no estoy dispuesto a volver.

Me quedo con mis experiencias, mis días enteros disfrutando como nunca de unas calles que no creía que me fueran a enamorar, de mis recuerdos, de mis momentos, de una capital que en mi cabeza, aunque nunca lo reconocí, significó y aun significa mucho para mí.

4 comentarios:

  1. Madrid es una ciudad que aprendì a querer aùn màs en la distancia. Cuando vivìa allì tenìa deseos de escapar de ella y asì hice. Pero ahora, cada vez que vuelvo, me gusta màs porque no me duele el recuerdo
    Ya volveràs con otra mirada
    Un abrazo amigo :-)

    ResponderEliminar
  2. Me pasa igual que a ustedes! Además,agrego que tiene cierto aire a Buenos Aires (o viceversa) Y como dice Chusa, a mi me pasó lo mismo... Luego de volver varias veces,dejó de doler Buenos Aires...

    ResponderEliminar
  3. A veces conocemos ciudades en un estado anímico muy distinto al que poseemos cuando volvemos a visitarlas, llegando a verlas diferentes. Cambiamos nosotros o cambian las ciudades?
    Por muchas veces que visite Madrid, me quedo con la sensación que me causó la primera vez. Indescriptible el momento cuando pisé su asfalto.
    Un abrazo amigo, Rendan.

    ResponderEliminar
  4. Es una ciudad plena de vida, en cada calle, cada rincón, plaza, escaparate, se generan los descubrimientos que habitan nuestro recuerdo.

    Estoy contigo, aunque yo solamente la visité unos cuantos días me contagió de algo vivo.

    ResponderEliminar