El
fin de semana ha sido un descanso y un cambio de aires.
Mis
compañeros no trabajaban y hemos podido pasar los dos días juntos.
El
sábado comenzamos en las termas de Caracalla, al lado del circo máximo.
Las
termas son sorprendentes, es increíble que fueran capaces de hacer tales cosas
hace 2000 años, el recorrido por el interior es espectacular, me encantaría verlo
con la cubierta y todos los acabados de mosaico de los que solo quedaban
resquicios, uno de los principales lugares de ocio de aquella civilización.
Los
túneles que hay por debajo, y que calentaban las estancias, están ahora con
esculturas modernas y restos de las termas.
De
allí cogimos el metro hasta las afueras para ver las catacumbas.
Pese
a que la visita del guía no fue la deseada, los pasillos altos y oscuros
repletos de nichos de todos los tamaños, muestran la parte oscura de aquel
imperio de grandeza, la cantidad de corredores a modo de laberinto atraen y a
su vez generan un respeto que los hace interesantes.
Nada
más salir pillamos unas bicis de alquiler y recorrimos la via Appia, 7 km ida 7
vuelta con tramos con los adoquines originales en los que se ven las marcas
producidas por los carros debido al desgaste con el paso de los años.
A
ambos lados de la calzada se encuentran restos de mausoleos y villas todo ello
rodeado de pinos creando un recorrido único a disfrutar.
El
domingo fue relajado, se agradeció un día tranquilo para descansar de todos los
anteriores, despertarse y desayunar con calma antes de ir a caminar por el
mercadillo que se monta los domingos en el barrio de Trastevere.
Fuimos
a ver otra de las grandes basílicas de Roma, San Pablo Extramuros, con una
entrada en patio porticado, como siempre, sorprende la grandeza del espacio.
La
Boca de la Verita, el palacio Escala con la escalera en falsa perspectiva,
volvimos a entrar en el Panteón, uno de mis espacios favoritos de la ciudad, el
Palazzo Barberini con dos escaleras que merece la pena ver, la fuente de las
tortugas en el barrio Judío (tortugas hechas por Bernini)
Subimos
al Gianicolo donde se ve toda la ciudad y de camino, vimos San Pietro in
Montorio.
Finalmente,
bajamos hasta el Vaticano al que iré detenidamente a ver mañana martes 19 de
Junio.
Cenamos
en casa.
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