miércoles, 10 de septiembre de 2014

Ausencia


      Asumir que ya no está, que no forma parte de tu vida. 

     Como si de una extremidad arrancada del cuerpo se tratara aun la sientes, crees que puedes seguir dependiendo de ella, pero en realidad es todo mental, nada físico.

En el interior vacío, recurres a ella y te das cuenta que no lo haces, ya no forma parte de tu día a día, aunque antes lo fue todo.

No te haces a la idea de la situación, te olvidas y cuando vuelves, la realidad te da en portazo en toda la cara haciéndote ver que ya no está.

Te sientes solo, por muy acompañado que estés en tu interior te sientes solo y no quieres sentir otra cosa, tienes miedo a volver a ser feliz y ya no haya marcha atrás.

Ausencia de algo bueno, maravilloso, que dejamos que se tornara en otra cosa, no asumes lo ocurrido y solo piensas en lo bien que estabas antes y lo mal que estas ahora.

Ausencia del corazón y el estomago, que dejan rastros de preocupación y amor por ella.

La vida es un viaje de caminos tomados y te preguntas si en realidad, por muy mal que estuvieran las cosas antes, haber tomado direcciones distintas mereció la pena.


2 comentarios:

  1. He sentido ese vacio, esa incertidumbre el algun momento de mi vida...el tiempo me dio las respuestas...hoy puedo decir: Ha valido la pena...un abrazo!

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  2. Es tremenda la descripción que haces del vacío! Un abrazo!

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